Segundo hijo del segundo matrimonio del rey Felipe IV de España y su sobrina carnal Mariana de Austria
Hija del emperador Fernando III de Habsburgo y María Ana
de España, hermana del novio, Felipe IV, quien se convertiría entonces en
suegra de su propio hermano
Con una cifra récord de 0,254 en su coeficiente intelectual
El embajador de Francia al ver al nuevo “príncipe”, justo nada más nacer,
escribió a Luis XIV diciéndole:
“El príncipe Carlos II, parece bastante débil, muestra
signos de degeneración, tiene flemones en las mejillas, la cabeza llena de
costras…asusta de feo”
Así comienza
la triste historia de este rey de España, que nació enfermo y murió siendo el último
en el linaje de la casa de Austria.
Carlos
II conocido como «el Hechizado»
Portador de numerosos genes recesivos, entre
ellos el síndrome de Klinefelter, que provocaron su incapacidad para
dar un heredero al reino y para gobernar.
Fue alimentado por 14 amas de cría con el fin de restablecerle y estuvo amamantado hasta los 4 años.
Fecha en la cual muere su padre Felipe IV, y entonces se considera indecoroso para un monarca el seguir amamantándole, pero la realidad es que no se mantuvo en pie hasta los 6 años, por raquitismo y falta de vitamina D, ya que no salía de palacio, por miedo a que se enfriara.
Padeció todo
tipo de infecciones desde sarampión, viruela, varicela, infecciones
respiratorias y hasta epilepsia.
Hasta los 10 años no aprendió a leer y nunca supo
escribir correctamente…
Dada su precaria salud nunca fue educado para “gobernar” pues todos pensaban que moriría joven, por lo que pronto empezaron con los pactos para casarle, y así asegurarse la sucesión de la corona.
La elegida para ser su esposa fue María Luisa de Orleans
La boda se celebró el 11 de noviembre de 1679 cerca de Burgos Carlos II con 18 años y María Luisa con 17
María Luisa de Orleans, nació en
el Palacio Real de París, como hija mayor de Felipe I,
duque de Orleans (hermano menor del rey Luis
XIV de Francia, era x tanto nieto de Luis XIII y de Ana de Austria, hija de
Felipe III) y de la princesa Enriqueta Ana de Inglaterra, hija
del rey Carlos I de Inglaterra
A pesar de haber perdido a su madre con 8 años, María
Luisa tuvo una infancia feliz en la corte francesa.
En 1671 su padre contrajo matrimonio con la princesa alemana Isabel
Carlota del Palatinado, quien se convirtió en una segunda madre para María
Luisa.
Su abuela paterna, la reina madre, Ana de Austria, también adoraba a María
Luisa y, al morir en 1666, la nombró heredera de la mayor parte de su
fortuna. Así mismo, María Luisa pasó gran parte de su niñez en compañía de su
otra abuela, Enriqueta María de Francia, Reina de Inglaterra
Es sabido por toda la profunda pasión que este monarca sentía por su joven esposa francesa desde el momento en que la vio por primera vez en un retrato que le mostró su medio hermano Juan José de Austria, hijo bastardo del rey Felipe IV
A pesar de que
María Luisa no sentía en principio la misma pasión hacia su” deforme” esposo,
con el tiempo llegó a encariñarse con él.
Poco después
de la boda, el Marqués de Harcourt escribió: «Temí que la Reina fuese muy
desgraciada. Veo con satisfacción que las cosas cambian de aspecto. El Rey está
enamoradísimo y la complace en todo lo que pide».
Cuando el rey contaba con 20 años, el embajador del Papa en
Madrid describió en una carta al rey Carlos II “el Hechizado”:
«Su cuerpo es tan débil como su mente. De vez en cuando da señales de
inteligencia, de memoria y de cierta vivacidad; por lo común tiene un aspecto
lento e indiferente, torpe e indolente, pareciendo estupefacto. Se puede hacer
con él lo que se desee, pues carece de voluntad propia»
A los 28 años, el rey Carlos II padecía un envejecimiento prematuro y además
ese mismo año falleció su querida esposa, un 12 de febrero de 1689 , por una apendicitis
Nunca se llegó
a consumar el matrimonio por la impotencia que padecía el rey, y así su esposa
María Luisa falleció 10 años después del matrimonio siendo virgen.
Un año después
de la muerte de su primera esposa, María Luisa, y dado que no había habido
descendencia, los ministros
españoles comenzaron a arreglar una nueva boda para el rey, siendo las
principales candidatas la princesa toscana Ana María Luisa de Médici y la
princesa alemana Mariana de Neoburgo.
Se le mostraron los retratos de ambas jóvenes a Carlos, quien, al contemplarlos, dijo: «La de Toscana es guapa y la de Neoburgo no se puede decir que sea fea», pero giró su mirada hacia un retrato de la difunta María Luisa y, tras suspirar, exclamó: «Ésta sí que era hermosa».
Mariana de Neoburgo
“ Elegida para ser la segunda esposa del rey Carlos II, debido a la alta fertilidad de su familia ya que su madre había dado a luz a 23 hijos, pero el rey Carlos II, a ella tampoco pudo embarazar.
Mariana
nació en octubre de 1667, fue reina consorte de España de 1689 a 1700
Criada en Alemania, era hija de Felipe Guillermo de Neoburgo e Isabel Amalia de Hesse-Darmstadt, que serían los segundos suegros de Carlos II
Mariana era una joven físicamente
atractiva: alta, delgada, bien formada de cuerpo y pelirroja, aunque también se
caracterizaba por ser vanidosa, egoísta y altanera.
La boda se llevó a cabo el 14 de mayo de 1690 en Valladolid.
Pasado el tiempo, el embajador francés en Madrid describió en
pocas palabras la nueva posición de Mariana en la corte española:
“La princesa de Neoburgo ha adquirido tal ascendiente sobre el espíritu del
rey, su esposo, que bien puede decirse que es ella la que reina y gobierna en
España”.
Durante su
matrimonio, Mariana fingió once embarazos y al no lograr tener descendencia,
conspiró, ayudada por su camarera mayor, la baronesa de Berlips (llamada la
perdiz), para influir sobre la decisión del sucesor al trono.
En las disputas por la sucesión de la corona española, Mariana siempre
apoyó las pretensiones de su sobrino, el archiduque Carlos de Austria, hijo de su hermana mayor, Leonor de Neoburgo, y del emperador Leopoldo I
Debido a su carácter autoritario y altanero, Mariana nunca logró hacerse
popular entre sus súbditos, quienes la tachaban de «alemana, pelirroja y
antipática».
Había algo de razón en ello, pues la reina llegó a robar dinero de las arcas
españolas para enriquecer a su familia en Alemania.
Sin embargo, la economía del reino estaba lejos de ser buena y hubo veces
en que Mariana tuvo que hacer sacrificios económicos. Por ejemplo, viéndose
obligada a empeñar sus mejores joyas para contribuir a sufragar algunos gastos
que su marido no podía cubrir en ese entonces.
Mariana se quejó sobre este asunto a su familia en Alemania escribiendo que, al casarse, sus
hermanas habían recibido mejores dotes económicas que ella.
Su ira había sido mayor al oír que su predecesora, María Luisa de Orleans, había recibido una excelente
dote, al casarse con Carlos.
Ya en 1700 era evidente que el
fin de Carlos II estaba cercano.
Carlos II se deterioraba por momentos, no podía subir
escaleras, ni mantenerse fuera de cama más de dos horas, padecía tal debilidad
sumada a la hinchazón de sus pies, piernas, vientre, cara y hasta la lengua que
le dificultaba para hablar.
Las diarreas eran constantes y ya el 5 de octubre de
1700 el Dr. Goleen escribe:
“Su majestad recibió los Santos Sacramentos e hizo
testamento el día 2, aunque se ignora su contenido pues se guarda absoluta
reserva. La enfermedad es grave pues en pocos días ha tenido 200 cursos
(deposiciones). Esta extenuado y parece un esqueleto”
Todavía duro 3 semanas en
un estado lamentable y horrible hasta que el 1 de noviembre de 1700,
muere Carlos II rey de España.
No sin antes dejar como última voluntad, su decisión de hacer entrega de la corona de España a Felipe V, su sobrino – nieto , que se convertiría en el primer Borbón como rey de España
En la capital corrieron rumores diciendo que Mariana,
con tal de asegurar su posición elevada, deseaba casarse con el delfín de
Francia en cuanto su esposo falleciera. No obstante, en el testamento de Carlos II quedó estipulado que, durante su
viudez, se le asignaría a la reina una pensión de cien mil doblones al año, así
como el señorío de por vida de la ciudad española donde ella quisiese fijar su
residencia. Tras la muerte de Carlos II “El
Hechizado”, se le efectuó una autopsia:(digna de un estudio científico) «no
tenía ni una sola gota de sangre, el corazón apareció del tamaño de un grano de
pimienta, los pulmones corroídos, los intestinos putrefactos y gangrenados,
tenía un solo testículo negro como el carbón y la cabeza llena de agua».
En esas condiciones, terminó la vida del
último rey de los Austrias, (Habsburgos), que muere sin dejar
descendencia
Una vez muerto el rey Carlos II, el nuevo
soberano Felipe V indicó su deseo de
que Mariana abandonase Madrid antes
de que él entrase en la ciudad.
La reina no tuvo más remedio que retirarse a Toledo, donde vivió recluida en el Alcázar.
A principios de 1701,
su hermano mayor, Juan Guillermo de Neoburgo, escribió :
“En lo que se relaciona con la Reina de España,
compadezco de todo corazón a esa pobre desgraciada; pero, a decir verdad,
tiene, por su mala conducta, la culpa de todo lo que le sucede…”
Pocos años más tarde, en el otoño de 1704, la reina nuevamente escribía a su madre
lamentándose de su situación en los siguientes términos:
«...estoy completamente abandonada, no me dan mi
pensión o, por lo menos, sólo la tercera parte..., de modo que no tengo apenas
criados, ni los puedo tener, porque no hay con qué pagarles, y algunas veces no
tengo casi que comer... Soy tan desgraciada que no puedo fiarme de nadie y temo
que todos me abandonen».
Pero dos años más tarde, en 1706, su destino cambió cuando su sobrino, el
archiduque Carlos de Austria, ocupó la
ciudad de Toledo junto con las
tropas imperiales.
Naturalmente Mariana celebró su llegada, lo que le
valió que más tarde el rey Felipe V la
desterrase a Bayona, Francia, y allí vivió 32 años olvidada por todos, y
aunque su situación económica no fue holgada, tuvo un séquito a su servicio de
casi 200 empleados; lo cual llevaba aparejado un consumo de bienes de todo tipo
(desde alimentación hasta artículos de lujo) que favorecieron a muchos
comerciantes locales
La situación de Mariana de Neoburgo mejoró un poco al
casarse Felipe V en segundas nupcias
con Isabel de Farnesio, que era su
sobrina (hija de su hermana Dorotea Sofía de Neoburgo, duquesa de Parma), y
en 1739, regresó a la Corte, ya anciana y
enferma.
Fue instalada en el Palacio
del Infantado en Guadalajara,
donde falleció el 16 de julio de 1740 y fue enterrada en el Monasterio de El Escorial.
En su destierro de Bayona, la reina María Ana de Neoburgo contrajo
matrimonio secreto con un miembro de su séquito, Jean de Larrétéguy, del que
quedó descendencia, por lo que se demuestra que era fértil. De todos modos,
dada la moral y costumbres de la época, este oscuro asunto se llevó con la
mayor discreción.
De Carlos a Carlos , esto ha sido lo que
nos ha tocado…
En el tronco familiar de Carlos II figuran los nombres
de Felipe el Hermoso y Juana la Loca, ocho veces, los de Felipe II y Ana de
Austria, nueve. Carlos I e Isabel de Portugal, cuatro.
Felipe III y Margarita de Austria son a la vez, sus
abuelos y bisabuelos.
Su padre estaba casado con una sobrina, hija de su
hermana, por lo que a la vez era tío segundo de su hijo y su madre resultaría
además ser prima de su propio hijo…
Sube al trono de España el PRIMER BORBON:
FELIPE, "duque de Anjour"
Reinando con el nombre de FELIPE V
La historia de la vida, las practicas endogámicas y el deterioro mental de este primer Borbón, no dista mucho de sus antecesores , los reyes de la casa de los Austrias