Fernando de Borbón
Nació el 14 de octubre de 1784, durante el reinado de su abuelo Carlos III
Hijo del rey Carlos IV
Fue el noveno de los catorce hijos que tuvieron el matrimonio que en 1.765 había formado el hijo del rey Carlos III, y todavía príncipe Carlos, (futuro Carlos IV) y su esposa, María Luisa de Parma, que eran primos carnales por el lado paterno.
Luisa era nieta de Luis XV de Francia, hermana de Francisco I de Borbón-Parma y también pima carnal de los reyes Luis XVI. Luis XVIII y Carlos X
Fernando, se convirtió en príncipe de Asturias al cumplir el primer mes, pues en esa fecha murió su hermano mayor Carlos, de solo catorce meses de edad.
Tras la muerte de su abuelo el rey Carlos III y la subida al trono de su padre, conocido como “el rey cornudo”, Carlos IV en 1.788, Fernando fue jurado como heredero a la Corona por las Cortes en 1789.
La reina María Luisa de Parma, esposa del rey Carlos IV y por lo tanto madre de Fernando, había encontrado por fin en MANUEL GODOY, un joven guardia de Corps, al personaje idóneo para sus juegos de cama, nombrándole “valido” del rey en 1.792 y convirtiéndole en el hombre más poderoso de la corte al nombrarle primer ministro
Manuel Godoy era un joven ambicioso que no tuvo reparos en convertirse en el amante de una reina madurita, feúcha, 17 años mayor que él y que ya había parido una decena de hijos …
Godoy desde el principio se convertiría en el principal objetivo a batir por parte de Fernando, aunque para ello tuviera que arremeter contra su madre y su padre, para hacerse con la corona española
Físicamente fue poco agraciado:
De frente prominente, cara alargada y maxilares
superiores deprimidos, lo cual es causa del aumento aparente del tamaño
del maxilar
inferior (prognatismo) y la falta de oclusión dentaria
Con una nariz grande, carnosa y curvada, y ojos pequeños y
estrábicos, de salud débil.
De estatura media. Muy comilón, lo que hizo que
terminara siendo obeso. Sufría de gota y era un fumador empedernido.
La pérdida del cabello y el prematuro envejecimiento,
le hacía parecer abotargado.
Padecía de “macrosomía genital”, lo que le impedía mantener
relaciones sexuales con normalidad, ya que su miembro viril era
desproporcionado y deforme, muy largo y delgado, pero con un glande del tamaño
de un puño.
Por lo que se apodó como el “REY
FELON”
A pesar de lo cual, Fernando se
casó 4 veces
En 1802 se casó con su prima Mª Antonia de Borbón Dos Sicilias
Hija de
Fernando I de las Dos Sicilias o también Fernando IV de Nápoles, o Fernando III
de Sicilia y de Mª Carolina de Austria
El padre de Mª Antonia era hijo del rey Carlos III de
España y María Amalia. Hermano por tanto de Carlos IV de España
La madre de Mª Antonia era hija de Mª Teresa I de
Austria y hermana de Mª Antoñeta de Francia.
Fernando tenía 18 años y no sabía nada acerca de lo
que era una “noche de bodas” …
Educado en la ignorancia, se agarró a los pechos de su
esposa para propinarles chupetones como si fuera un lactante.
Una vez complacido de “su toma”, Fernando se levantó
del lecho, se sentó en una butaca y se dedicó a practicar su afición preferida:
bordar zapatillas.
Lógicamente María Antonia, no dudó en escribir
rápidamente a su madre para contarle que tenía un marido "memo".
Siete meses estuvo bordando zapatillas hasta que llegó
a los oídos de su padre, el rey Carlos IV, que “Fernandito” era la burla de
todas las cortes europeas.
Carlos IV fue el encargado de impartirle un “master”
en prácticas sexuales, descubriendo, además, que lo que tenía su hijo entre las
piernas no era un pene tipo estándar, pasando a partir de ese momento a ser
conocido como el “Ariete Mayor del Reino”.
Recuperó rápidamente el tiempo perdido en los burdeles
de la época y su mujer, que se quejó al principio de lo memo que era su marido,
ahora temía y detestaba sus continuas ganas de copular.
De igual manera detestaba a su suegra, la
reina Mª Luisa, pero la animadversión era mutua
La reina María Luisa en una ocasión le escribió a
Godoy: “¿Qué haremos con esa diabólica sierpe de mi nuera y marrajo cobarde de
mi hijo?”
De esta mala relación entre nuera y suegra, surgió el empeño de la princesa para que su esposo, Fernando, se enfrentara a su propia madre y a Godoy, al que el también detestaba por ser el amante de su madre.
Con su madre no se llevaba bien y con su padre, el
rey, no se entendía, razones por las que, a la princesa no le fue difícil
ganarse la voluntad de su marido para tal fin.
Fernando siempre conspiró contra su padre, el rey
Carlos IV, y a su alrededor se fue creando un partido llamado” napolitano”, que comenzó a lanzar todo tipo de insidias contra
Godoy y contra la reina María Luisa, dirigidos por la reina de Nápoles, madre
de la princesa María Antonia , (Mª Carolina de Austria)
La reacción de Godoy fue fulminante: ordenó la
expulsión de la corte a los nobles napolitanos del entorno cercano a los
príncipes de Asturias e incluso al embajador de Nápoles y su esposa
Poco después a finales de diciembre de 1805 el reino
de Nápoles fue conquistado por Napoleón y la reina María Carolina de Nápoles,
suegra de Fernando, fue destronada.
Además, la princesa María Antonia muere de
tuberculosis a principios de 1806 y sin descendencia
Lo que no impidió que Fernando continuara con su
actividad política clandestinamente, que encabezaban junto a él, un nutrido
grupo de nobles que se oponían a Godoy.
Así fue cómo el “partido napolitano” se transformó en
el “partido fernandino”, con cierto apoyo
cortesano y popular, con el que se encabezó “EL MOTIN DE
ARANJUEZ”
Las ambiciones de Fernando y de su círculo más próximo
se dirigían a conseguir cuanto antes el trono, sin importarles la suerte que
pudiera correr el rey Carlos IV, ya que continuaron con una soez campaña de
desprestigio contra Godoy y contra la reina María Luisa, a la que consideraban
el obstáculo clave conseguirlo
Dicha campaña consistió en la elaboración de dos
series de treinta estampas acompañadas de textos que explicaban los dibujos, en
las que, en tono procaz y a base calumnias se ridiculizaba hasta lo indecible a
la reina y a Godoy, con total conocimiento y participación del príncipe
Fernando, caricaturizando, a su madre como una depravada sexual, devorada por
la lujuria, a cambio de los “favores” tan costosos y ambiciosos del primer
ministro Godoy.
La
presencia de tropas francesas en España, en virtud del Tratado de Fontainebleau fue firmado por Godoy, valido del rey Carlos IV y Napoleón el
27 de octubre de 1807 en dicha ciudad francesa.
En él se estipulaba la invasión militar conjunta
franco-española de Portugal aliada de Gran Bretaña e Irlanda, y se permitía
para ello el paso de las tropas francesas por territorio español
Poco
apoco el total de soldados franceses acantonados en España ascendía a unos
65 000
La
presencia de estas tropas terminó por alarmar a Godoy, y en marzo de 1808,
temiéndose lo peor, la familia real se retiró a Aranjuez para, en caso de
necesidad, seguir camino hacia Andalucía y embarcarse para América
El 17 de marzo de 1808, el pueblo se levantó en armas tras correr por las calles de Aranjuez el rumor del viaje de los reyes, asalta el palacio de Godoy, con el objetivo de capturarle y hacer así un cambio de gobierno.
El sistema fue sumamente efectivo, pues lograron que Godoy dimitiese y, unos 2 días después Carlos IV, enfermo desanimado e incapaz de afrontar la crisis, abdicó en favor de su hijo
A la esposa de Godoy, Mª Teresa de Borbón y Vallabriga , y a su hija, Carlota Luisa, que también se encontraban en el palacio, las llevan entre vítores al palacio Real de Aranjuez,, por conocer el pueblo la actitud desdeñosa de Godoy hacia aquella, humillada por sus públicas atenciones a su amante Pepita Tudó
A raíz
de lo acontecido en Aranjuez, Carlos IV había escrito a Napoleón “que,
forzado a renunciar a la Corona, acude a ponerse en los brazos de un gran
monarca, aliado suyo”
El
emperador francés estaba enterado de la crisis dinástica que estaba viviendo
España Su principal informador era el mariscal Joaquin Murat que desde el
7 de marzo ya se encontraba en Madrid. Este le escribió a Napoleón: «Lo digo y
lo repito, V.M. puede disponer de España como quiera; sois adorado por la
nación».
Tras este golpe de Estado, conocido como “Motín
de Aranjuez”, el Príncipe de Asturias, Fernando, se convierte en rey
de España (durante solo 2 meses, de marzo a mayo de 1808)
Reinando España con el nombre de FERNANDO
VII
Por primera vez en la historia de España, un rey era
desplazado del trono por las maquinaciones de su propio hijo con la
colaboración de una revuelta popular.
Fernando volvió a la corte, donde fue aclamado por el
pueblo de Madrid, que celebró no solo su advenimiento, sino también la caída de
Godoy
Dos meses después el general Savary, presionado
por Napoleón,
convence a Fernando VII para que
acuda al encuentro con Napoleón en a Bayona, a lo que el rey accede con la
esperanza de que este lo reconociese y respaldase como rey de España.
Nada más pasar la frontera el 20 de abril, Fernando
VII es hecho prisionero, por parte de las tropas de Napoleón
Carlos IV por su parte, (que ya había abdicado en su
hijo), pacta con Napoleón el acudir a Bayona, para obligar a su hijo a
devolverle el trono, a cambio de asilo en Francia para él, su esposa y su
valido, así como una pensión de 30 millones de reales anuales
La familia Real llega a Bayona el 30 de abril escoltados
por tropas francesas que, mediante los engaños de Napoleón, demostraron que,
“tanto el padre como el hijo”, eran bastante torpes…
Dos días más tarde, en Madrid se produjo
un levantamiento popular, conocido como el “levantamiento
del 2 de mayo”
El pueblo se
enfrentó a los franceses, dando lugar a los hechos que marcarían el comienzo de
la guerra de la Independencia española, ya que, al día siguiente todos los
sublevados fueron ejecutados.
A Fernando (que le tenían prisionero), le prometen si
reconoce a su padre como rey legítimo, que recibiría un castillo y una pensión
anual de cuatro millones de reales
Fernando aceptó el 6 de mayo ignorando que su padre ya
había renunciado en favor del emperador.
Finalmente, Napoleón otorgó los derechos a la corona
de España a su hermano mayor, José Bonaparte
Reinando en
España como José I Bonaparte
Conocido
como "Pepe Botella" o " Pepe Plazuelas"
Esta sucesión de traspasos de la corona española se
conoce con el nombre de “Abdicaciones de Bayona”
A Fernando VII y a su hermano Carlos les “encierran”
en el castillo de Valençay, donde pasaron toda
la guerra de
la Independencia española
Fue una prisión “muy llevadera”, a pesar de que duró 6
años
Recluidos en el castillo, ambos recibían clases de
baile y de música, podían montar a caballo, pescar y organizar bailes y cenas,
leer, jugar al billar y a las cartas y ver representaciones de teatro dentro
del castillo
Fernando VII estaba tan cómodo como prisionero de
Bonaparte que llegó a denunciar a un barón irlandés
enviado por el Gobierno británico para ayudarlo a fugarse
E incluso llegó a
gritar en la boda de este con María Luisa de Austria:
“¡Viva el
Emperador, nuestro Augusto soberano,
¡viva la
Emperatriz!”
En una carta dirigida
al gobernador de Valençay y hecha pública en “Le Moniteur”, el 26 de abril de
1810, Fernando expresó su deseo de ser hijo adoptivo de
Bonaparte:
“Mi mayor deseo es ser hijo adoptivo de S. M. el emperador nuestro soberano. Yo me creo merecedor de esta adopción que verdaderamente haría la felicidad de mi vida, tanto por mi amor y afecto a la sagrada persona de S. M., como por mi sumisión y entera obediencia a sus intenciones y deseos”
Mantuvo una
correspondencia servil con Bonaparte, y sin embargo en España a Fernando VII se
le consideraba víctima inocente de la “tiranía napoleónica”
Mientras Fernando permanecía “recluido”
fue el pueblo español el que asumió por su cuenta la resistencia contra la
ocupación francesa
El rey cautivo se convirtió en un símbolo
de las aspiraciones nacionales españolas, motivo al que se debe que recibiera
el sobrenombre de “El DESEADO”
Continuó siendo reconocido
como el legítimo rey de España por las diversas Juntas de Gobierno, la Junta Suprema Central y su sucesor el Consejo de
Regencia, y las Cortes de Cádiz. Estas proclamaron que acataban la soberanía nacional y en virtud de este principio elaboraron y
aprobaron la Constitución de 1812
En 1813 se consiguió
expulsar a las tropas napoleónicas y lógicamente también al el “rey intruso” José I Bonaparte, entonces Napoleón reconoció como rey de España a
Fernando VII, devolviéndole todas las propiedades y territorios de la corona,
en el tratado de Valençay de diciembre de 1813.
Fernando
VII fue liberado, el 7 de marzo de 1814 y regresó a España sin un plan político
claro, expectante ante la situación que se encontraría tras su larga ausencia
Pero el
4 de mayo de 1814, Fernando VII firmó un decreto que restablecía la monarquía
absoluta, abolió la Constitución de 1812 y toda la obra de las Cortes de Cádiz.
Este decreto
es conocido como el Manifiesto del 4 de mayo fue el primer paso del golpe de
Estado de mayo de 1814 que
le devolvió sus poderes absolutos y que no sería publicado hasta el 11 de mayo cuando el golpe ya había
triunfado.
El 13 de
mayo, Fernando VII, que había permanecido en Aranjuez desde el día 10 a la espera
de que el golpe triunfara,
entró triunfalmente por fin en Madrid
Reinando hasta su muerte en septiembre de
1833, exceptuando un brece periodo en 1823 en que fue destituido por el Consejo
de Regencia.
Fernando
VII, tan “deseado” …
Desde
pequeño, mostró ser insensible al cariño de sus padres o cualquier otra persona.
Cruel y taimado
Y como
rey, a pesar de ser «tan deseado», fue cobarde, rencoroso, vengativo,
despiadado, ingrato, desleal, mentiroso, mujeriego y cazurro...
Desprovisto
de cualquier aptitud para ser rey: Carecía de una sólida formación y de
curiosidad intelectual
Se le achaca
una falta de interés por los asuntos de Estado, que prefería abandonar en sus
ministros y que supeditaba a su codicia o interés personal
Su
manera de reinar consistió siempre en dividir y enfrentar entre sí a cuantos le
rodeaban, de forma que potenció en todos ellos, a través del desconcierto y del
terror, el más abyecto servilismo.
Se decía
de el que era “campechano”, pero que rozaba la ordinariez a la hora de
expresarse, puesto que con frecuencia utilizaba expresiones soeces y tacos,
como la exclamación “¡carajo!” ante ministros y altos cargos, “¡Carajo! Tengo
más cojones que Dios”.
El
juicio más demoledor sobre la personalidad de Fernando VII lo expresó Napoleón:
“Es indiferente a todo, muy material, come cuatro veces al día y no tiene idea
de nada”; “es muy estúpido y muy mezquino “.
En
cuanto a sus aficiones, Fernando nunca fue un buen jinete ni le interesó la
caza como a su padre o a su abuelo. Tocaba bien la guitarra, y le gustaba la
música.
Era asiduo
jugador de Billar y siempre le dejaban ganar, quedando para la historia de
dicho juego, la famosa frase de: “Así se las ponían a Fernando VII”
Era
aficionado a las manualidades, le encantaba bordar, la pintura y la tauromaquia.
Su
principal afición fue leer y adquirir libros, hasta formar una biblioteca
importante.
Rodeado
de una camarilla de aduladores, su política se orientó, en buena medida, hacia
su propia supervivencia y enriquecimiento.
Carlos IV y su esposa María Luisa se
trasladaron a vivir al palacio Barberini en Roma donde permanecieron casi
cuatro años viviendo de la pensión que les enviaba su hijo Fernando VII, quien
ya en el trono de España, negó a sus padres el retorno y ya nunca volvieron a
España
Manuel Godoy se exilió a Francia. Se
separó de su mujer y vivió en el exilio con su amante Pepita Tudó
En
1816 Fernando VII se casó con su
sobrina Mª Isabel de
Braganza
Hija de su hermana mayor, Carlota
Joaquina y Juan de Portugal
La nueva esposa hacía lo indecible para contentar al monarca, pero a éste que
ya había aprendido los placeres del sexo en los prostíbulos madrileños, donde
hacia competiciones con otros hombres, sabiendo que, en cuanto a tamaño, él era
el “espadón de la corte”
Alardeaba
de todas las vírgenes con las que había estado, y de las que guardaba alguna
prenda, “prueba de su doncellez”
A
Fernando no le satisfacían los insulsos encuentros con su esposa, por lo
que ella empiezo a vestirse como se suponía lo hacían esas “otras
mujeres”.
El
matrimonio duró dos años, con ella tuvo una niña que murió a los pocos meses, y
en el segundo parto creían que la reina había muerto y, con el fin de salvar a
la criatura, la practicaron una especie de “cesárea”, pero al gritar de dolor,
se dieron cuenta con horror que todavía estaba viva. Muriendo a continuación al
igual que la criatura, en 1818
El 1 de enero de 1819 muere la
madre de Fernando VII, Mª Luisa de Parma
Carlos
IV en esos momentos se encontraba en Nápoles para visitar a su
hermano Fernando I de las dos Sicilias y encontrar alivio a la gota
que le atormentaba, dejando en el palacio de Barberini de Roma a su esposa
postrada en la cama con un estado de salud extremadamente deteriorado.
Carlos IV muere seis días después de su esposa, el 19 de enero de 1819.
Cuando Carlos IV fue informado del fallecimiento de su esposa, se dispuso a volver a Roma el 13 de enero, pero se vio acometido por un ataque de gota con fiebre y que le causó la muerte.
Hay quien ha sugerido que estas dos muertes, pudieron deberse al envenenamiento promovido por su hijo el rey Fernando VII, que creyó ver amenazado su trono
Ya que El 8 de enero de 1819 el confesor de la reina, Fray Juan de Almaraz escribió la última confesión de María Luisa antes de morir:
“Ninguno
de sus hijos e hijas, era legítimo de Carlos IV”.
El religioso Juan de
Almaraz escribió con la advertencia “Debe quedar Cerrado”, un documento hasta
ahora secreto y con fecha 8 de enero de 1819, en el que afirmaba que seis días
antes la reina María Luisa de Parma le había confesado que ninguno de sus catorce
hijos era del legítimo matrimonio con el rey Carlos IV, sino de otros padres,
lo que confesaba in articulo mortis para el descanso de su alma y que el Señor
la perdonase.
Fernando VII para
evitar que saliera a la luz pública su ilegitimidad, procedió a encerrar de por
vida a Fray Juan de Almaraz, el confesor de su madre la reina María Luisa, que
se encontraba en Roma, como la mayoría del sequito que acompañaron a los reyes
en su exilio.
Lo raptaron y trajeron
a España, para que el prisionero fuera encerrado por tiempo indefinido en
una celda y aislado de todos los demás.
Se aseguró de que
tuviera una provisión suficiente de alimentos, pero de que no hablara ni
siquiera con los carceleros.
Su estancia en la
prisión no figuró en el libro-registro de la misma y ni siquiera fue procesado
en ningún momento ya que no convenía que se supiese nada de esta historia.
En 1830, el arzobispo
de México, que había regresado a España, tras la independencia de ese país,
recibió un curioso encargo de Fernando VII.
Tenía que visitar al
prisionero en su celda, y conseguir que se retractara por escrito de lo que
había afirmado unos años antes.
Con la promesa del
perdón real, el prisionero firmó el documento de retractación, sin embargo, el
rey no cumplió su palabra y no le perdonó.
Pero a comienzos de
1834 el rey Fernando VII que ya había muerto unos meses antes, el presidente
del Consejo de ministros, fue a consultar este asunto con la reina
viuda María Cristina, que era la Regente mientras la reina
Isabel II fue menor de edad.
Esta nunca había
sabido sobre este tema, así que le perdonó y fue puesto en libertad 7 años
después de su encierro.
Después de liberar a
Juan de Almaraz, solo se sabe que el fraile tuvo un modesto cargo en la
Catedral de Cuenca y murió en 1837 a los 70 años de edad.
María Luisa de Parma
no solo hizo esta confesión, sino que además hizo testamento a favor de su
amante Godoy dejando fuera de él incluso a sus hijos…
Según el escritor José
María Zavala autor del libro «Bastardos y Borbones«,
la dinastía de los Borbones se extinguió en España con el fallecimiento
de Carlos IV en Roma.
Fuera como fuera. los
hijos de Carlos IV al haber nacido dentro del matrimonio en el que convivían
ambos cónyuges, todos eran legítimos, fueran o no hijos del rey.
En agosto de 1819, Fernando VII se casa por tercera vez
Mª
Josefa Amalia de Sajonia, fue la elegida.
El rey contaba con 35 años y era tío segundo de su futura
esposa que solo tenía 16 años
Hija de Maximiliano de Sajonia y Carolina de Borbón-Parma
Carolina era prima de Fernando VII y ahora también suegra.
Hija de Fernando I de las Dos Sicilias
Por tanto sobrina - nieta del rey Carlos III de España
Era
una joven rubia, de piel delicada, ojos azules, pero había vivido en un
convento hasta el momento del casamiento, por lo que desconocía todo lo
relacionado con el sexo.
Durante
los diez años que duró este tercer matrimonio, la joven reina tuvo muchos
problemas con el miembro viril de su marido, hasta el punto de que hay
documentos en los que se detalla dicho miembro: “Tan gordo como un puño en su
extremidad y de una gran largura”
Ante la negativa de María Josefa Amalia de Sajonia a tener relaciones con Fernando VII, hasta al Papa le hicieron intervenir, haciéndole mandar una carta para convencerla de que el sexo con el monarca era necesario a los ojos de Dios
Mª Josefa Amalia muere diez años después, en 1.829 sin descendencia.
Poco
a poco y a la vista de que el rey no conseguía tener descendencia, se iban
formando círculos cada vez más importantes de personas partidarias del infante
Carlos María de Isidro, hermano del rey.
Ya que era el primero en la línea sucesoria después de Fernando VII y por ello contaba con el título de príncipe de Asturias hasta ese momento
Sin embargo, el 9 de diciembre de 1829, Fernando VII se casa por cuarta vez
Su esposa fue otra sobrina: Mª Cristina de Borbón Dos Sicilias
Hija
de Francisco I de las Dos Sicilias y María Isabel de Borbón (hija del rey Carlos IV y María Luisa de Parma, y por lo tanto Fernando IV
era su tío materno)
F
matrimonio
Algunas crónicas apuntan que sus anteriores esposas murieron por
las heridas internas que pudo producirles el miembro viril del rey, aunque
luego se dijera que el fallecimiento había sido causado por unas “fiebres”
Para
intentar solventar el problema que tenía Fernando VII con su descomunal pene, los propios
médicos confeccionaron
una especie de almohada redonda con un agujero en medio, que
hiciera de tope, para que durante el coito no produjera tanto dolor ni heridas
a su joven sobrina y esposa
Se decía que era “tan largo como un taco de billar, fino como una
barra de lacre en la base, y tan gordo como el puño en su extremidad”
Fernando VII y María Cristina yacían con este cojín
para evitar que la reina sufriese desgarros al ser penetrada, y parece que
“funcionó”… |
Fruto de esta unión nacieron dos hijas:
-Isabel
en 1830, (quien se convertiría en la reina de España)
Fernando VII a sabiendas de los problemas que tenía para tener descendencia, y previendo que, si llegaba a término el embarazo de su esposa, podía lógicamente tratarse de una niña, seis meses antes de su nacimiento, publica la Pragmática Sanción, aprobada por las Cortes de 1789, que dejaba sin efecto el Reglamento de 10 de mayo de 1713 que excluía la sucesión femenina al trono hasta agotar la descendencia masculina.
Se restablecía así el derecho sucesorio por el cual podían acceder al trono las hijas del rey difunto, en caso de morir el monarca sin hijos varones.
Dos
años después, es decir, en 1832 nace su segunda hija,
llamada Luisa Fernanda, (quien
se casaría con el duque de Montpensier)
El infante Carlos María Isidro de Borbón, hermano del rey, hasta entonces primero en la sucesión a la corona, y por lo tanto príncipe de Asturias, no estaba de acuerdo y no aceptó que Isabel , su sobrina, le arrebatase el título de príncipe de Asturias , ya que con la Pragmática se veía alejado de la sucesión al trono en favor de su sobrina mayor, y en caso del fallecimiento de esta , también su sobrina pequeña le desplazaría en la línea sucesoria.
El infante Carlos María Isidro, seguía sin estar de acuerdo,
pero su intransigencia hizo mella en el rey, aprovechando que este estaba
enfermo. Consiguió que Fernando VII firmara un Decreto derogando
la Pragmática, en lo que se denominó “Sucesos de la Granja”
Pero una vez restablecido de su enfermedad, el rey la puso de nuevo en vigor a finales de año. Y además para
asegurar la autoridad real, Fernando, todavía convaleciente, la delegó en su
esposa María Cristina, siendo nombrada “regente” el 6 de octubre ya
que su hija, la heredera Isabel apenas tenía tres años
en ese momento.
María
Cristina inició un acercamiento hacia los liberales y concedió una amplia
amnistía para los liberales exiliados, prefigurando el viraje político hacia el
liberalismo que se produciría a la muerte del rey.
Los
intentos de los partidarios de su hermano Carlos María Isidro por hacerse con
el poder fracasaron.
El monarca
mandó jurar
como heredera de la corona a su
hija Isabel el 20 de junio de 1833.
El
rey Fernando VII muere el 29
de septiembre de 1833
Dejando a su hija ISABEL
como REINA de España, bajo la regencia de su madre, Cristina de Borbón dos
Sicilias
La regente María Cristina que contaba tan sólo
veintiséis años cuando se queda viuda, encuentra al gran amor de su vida en un sargento
de la Guardia Real llamado Fernando Muñoz, dos años más joven que ella
A los tres meses del entierro del rey Fernando VII, ya se habían casado en la más absoluta reserva.
Ambos
intentaron ocultar esta unión, pero fue en vano, pues cada año la reina madre
quedaba embarazada, lo que delataba ante la población una situación
difícilmente justificable cuando seguía siendo viuda, aunque intentara
disimularlos con amplios vestidos, y largas temporadas de descanso en el
palacio de la Granja.
Todos estos hijos ilegítimos de la
regente, hermanastros de Isabel, fueron conocidos como los “muñoces”, haciendo
alusión al apellido del marido secreto de su madre:” Muñoz”, quien fue nombrado
Grande de España y duque de Riansares
El pueblo por entonces se hacía eco de esta coplilla:
Clamaban
los liberales
Que la reina no paría
¡Y ha parido más muñoces
Que liberales había!
Anhelando,
tanto ella como su “oculto marido”, que su hija Isabel, se hiciera mayor para
poder dejar la regencia y disfrutar de la vida sin el sufrimiento de la
clandestinidad y sin tantos problemas como había, debido a la insistencia y
sublevación de los partidarios de Carlos María Isidro, que llevaron al país a
una serie de conflictos bélicos, como lo fueron las 3 Guerras Carlistas, en
su desesperado intento por ser coronado como rey de España
La
1ª Guerra carlista: entre los partidarios del infante Carlos
María Isidro de Borbón y de un régimen absolutista, y los
isabelinos, defensores de Isabel II y de la regente María Cristina de Borbón,
cuyo gobierno fue originalmente absolutista moderado y acabó convirtiéndose
en liberal para obtener el apoyo popular.
El mismo día de la muerte de Fernando VII su hermano, Carlos María
Isidro se proclamaba rey de España, produciendo un levantamiento en el País
Vasco y Navarra, a los que se le añadió rápidamente Cataluña.
Dentro de esta primera guerra carlista, el aspirante al trono, Don Carlos,
ultraconservador, contó con la ayuda de Rusia, Austria y Prusia, mientras que
Isabel II (en su nombre la reina regente), contó con la ayuda de Inglaterra,
Francia y Portugal.
Muy importante en el bando liberal fueron las acciones del general
Espartero, que hizo se dividiese el bando contrario, el de los carlistas,
consiguiendo con ello una serie de tratados de paz.
Esta 1ª guerra se la conoció como la de los 7 años, debido a su duración,
desde finales de 1833 hasta el llamado “abrazo o Convenio de Vergara, firmado
por los generales Maroto (carlista) y Espartero (liberal o isabelino), a
finales de 1839, y que dejaba como monarca de España a Isabel II
La regencia de María Cristina duraría hasta el 17 de
octubre de 1840 ,
debido en parte por los escándalos de todos esos hijos ilegítimos
Del 17 de octubre de 1840 y hasta el 23 de julio
de 1843 esta
segunda regencia fue asumida por el general Baldomero
Espartero, primer espadón de la Corte.
En 1843 decidieron adelantar la mayoría de edad de la
reina Isabel de los 14 a los 13 años
Isabel
es proclamada reina de España el 8 de noviembre de 1843, con solo 13 años
de edad
Una niña con 13 años, que careció de un ambiente familiar y de la afectividad de su madre, quien no se preocupó de la preparación educativa y política de su hija, aun sabiendo que era “La reina de España”
Reinó
España con el nombre de ISABEL II
Con tan solo 16 años y puesto que “Isabel II era un
asunto de estado”, el gobierno arreglo su matrimonio, y tras descartar a varios
candidatos, se eligió a un primo suyo.
La elección del marido de Isabel, dio lugar entre
otras cosas a la 2ª Guerra carlista, aunque más bien fue un levantamiento producido en
Cataluña, y conocido como “guerra dels matiners”, ya que el gobierno no estaba
de acuerdo lógicamente en que fuera Carlos Luis
de Borbón (líder carlista), el marido de la reina Isabel II
El elegido como esposo, aunque Isabel no quería fue:
Francisco
de Asís de Borbón, duque de Cádiz
Eran primos por partida doble, pues
el novio era hijo del Infante Francisco de Paula (hermano del padre de Isabel)
y de Luisa Carlota, (hermana de la madre de Isabel)
Un hombre
que era objeto de burla por ser muy afeminado y declarado abiertamente
homosexual, y a ella se la conoció en ciertos círculos como "la reina
ninfómana”, apodo despectivo, por el que la reina Isabel II ha pasado a la
Historia, cuando en la realeza a lo largo de los años era de lo más habitual
tener amantes…Como lo habían tenido todos sus antepasados, pero claro, eran
“reyes-machos” y tenían ciertas necesidades que cubrir, con largas listas de
amantes, que a lo largo de los años la sociedad lo había ido normalizado.
No fue lo mismo con la reina Isabel II que, aunque es verdad que tuvo
muchos amantes, (era reina y no rey; mujer y no hombre con necesidades que
cubrir), la apodaron “la reina ninfómana”
Lo cierto es que la pobre simplemente estuvo “Mal Casada”, con una “paquita”
por marido…
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