Algo de Historia...
En el numero 8 de la Carrera de San
Jerónimo de Madrid, abrió sus puertas en 1.839, “CASA LHARDY”, cuando en la
Plaza Mayor de “ese Madrid”, aun se celebraban corridas de toros, había
aguadores y las calles se alumbraban con farolillos
El propietario e intrépido Emilio
Huggenin, hijo de padres suizos, nacido en Montbèliard, y que entre muchas
otras cosas había sido cocinero en Francia, supo que este tipo de restaurante
seria en Madrid, un fenómeno social, al igual que lo había sido en Francia 50
años antes.
Y es que Lhardy fue el primer
restaurante español creado tal y como hoy estamos acostumbrados: es decir con
mantel y servilletas de tela, con mesas separadas para los distintos
comensales, con las minutas por escrito y con un precio fijo para cada plato.
Fue el primer restaurante MODERNO de la
capital, una novedad en aquella época, ( mediados del siglo XIX), convirtiendo
a la Carrera de San Jerónimo la calle de súper moda, y un lugar inevitable para
degustar comidas “de lujo”
El propietario apellidado Huguenin, toma
el nombre de su negocio y se le empieza a conocer como Emilio Lhardy.
El éxito le llego de la mano del marqués
de Salamanca, que le escogió para servir sus banquetes y fiestas, haciendo que
los nobles, la burguesía, los artistas y literatos, no hablasen de ir a
cualquier otro lugar a comer o cenar
Hasta los reyes cayeron en su embrujo y
es de sobra conocido las escapadas que la reina Isabel II, hacia desde palacio
a este “discreto” restaurante, y no solo por la calidad de sus platos, que también, porque según cuentan , la reina se olvidó el corsé en uno de los salones privados y no creo fuera por sentirse muy "llena" tras el almuerzo o la cena...
Históricamente es sabido la cantidad de amantes que tuvo nuestra reina ISABEL II, quizás por que la obligaron a casarse con "Paquita" como ella llamaba a su marido, Francisco de Asís, o porque tener amantes, ya le venia de "familia". Legado que dejo ella también a sus descendientes.
Después también seria asiduo su hijo Alfonso XII y su nieto Alfonso XIII, a quien tanto le gustaba este restaurante, que hizo le sirvieran
sus viandas, transportadas en un buque de guerra, en su visita a Marruecos en
1927
Era pues el restaurante de los reyes y
Lhardy el “rey” de los restaurantes.
En 1885 incorporaron el teléfono en el
establecimiento, lo que permitió poder hacer la reserva de mesa e incluso el
encargo a domicilio
Un adelantado para su época también en
el plano de la liberación femenina, ya que su famoso consomé se auto servía de
un samovar de plata junto a las croquetas y hojaldres que se mantenían
crujientes dentro de un croquetero.y tuvo tal éxito que las damas de la época
empezaron a ir “solas” a tomar el aperitivo, aunque al principio no se bajaban
del coche, pronto se dieron cuenta de la gozada que era poder tomarlo dentro
del local. Lo que supuso un cambio en la mentalidad de la sociedad madrileña
Tal fue el protagonismo de Lhardy en la
vida e historia de Madrid durante casi 2 siglos, destacando por su calidad y su
buen hacer , si no también por los muchos secretos, reuniones y conversaciones
que han oído sus paredes, que si esas paredes pudieran hablar , se iría allí a
estudiar la historia de España, la real y autentica, la que se tramaba entre plato
y plato.: se decidieron derrocamientos de reyes y políticos, repúblicas,
introducción de nuevas dinastías, restauraciones, regencias y dictaduras…
Y hoy en día sigue siendo el favorito de
nuestros diputados, por proximidad al congreso, y quién sabe lo que los
diputados y ministros habrán podido “acordar”, ya que por ejemplo Moret,
Presidente del Congreso ofrecía semanalmente en Lhardy un banquete a varios de
sus señorías, para limar las asperezas surgidas en el hemiciclo. O también como
Primo de Rivera, llevaba a sus ministros para tomar decisiones tan importantes
con personalidades de la dictadura.
Y por contraste, también como aquí se
decidió el nombramiento de Niceto Alcalá Zamora como presidente de la República
en 1931, ya que había ocupado varios ministerios durante el reinado de Alfonso
XIII, y en muchas ocasiones degustaban juntos la política en sus platos.
Con la abdicación de Alfonso XIII y la
proclamación de la 2ª República en 1936 , también se vinieron a celebrarlo a
Lhardy.
El presidente en esta ocasión fue Azaña y también acostumbraba a degustar
la política en los platos de Lhardy, hasta el punto que la propia prensa se
refería a la ”hipoteca-Lhardy”, cada vez que Azaña cedía a las peticiones de
sus socios de gobierno, ya que los había de todos los colores: socialistas,
republicanos, nacionalistas y radicales…
Emilio Lhardy murió en 1887 y esta enterrado en el CEMENTERIO BRITANICO DE MADRID , que también he visitado
Dejo el
restaurante en manos de su hijo Agustín, que era ya entonces un famoso pintor y
grabador destacado, quien supo muy bien compaginar su actividad artística con
la prestancia social de un verdadero amante de su negocio.
Entre sus amigos artistas el mas intimo
era Mariano Benlliure, que ya solo su presencia daba al restaurante un poco mas
de cache si cabe, además de la cantidad de personalidades de la política, la
aristocracia, el periodismo o el arte, que tenían el gusto de ser invitados por
tan distinguida personalidad.
Agustín lo mantuvo en lo más alto hasta 1918, cuando
le sucedió su yerno Adolfo Temes, quien decide vendérselo a su jefe de cocina, Antonio Feito Pérez y a su jefe de pastelería, Ambrosio Aguado.
Actualmente es la cuarta generación de estas dos familias las que regentan el LHARDY
VISITA GUIADA a CASA "LHARDY"
La fachada de Casa Lhardy fue construida con maderas de caoba traídas desde Cuba, como símbolo de lo que fueron nuestras provincias de ultramar.
El local a pie de calle tiene una tienda con 2 mostradores enfrentados y una pequeña barra, donde se puede tomar un aperitivo
Un gran espejo , (que ha visto de todo),sobre la consola que sostiene la “bouilloire” , intacta, como fue proyectada y llevada a cabo por Rafael Guerrero ( padre de la famosa actriz María Guerrero)
Tenemos que subir un piso por las escaleras tras el Sr. para poder visitar los SALONES que se encuentran en la primera planta
Casa Lhardy posee 6 salones, 5 de ellos privados, de diferentes
tamaños
El salón Japonés y el salón Blanco, conservan los revestimientos de papel pintado de la época , las cortinas y demás ornatos ,que son citados en obras de Galdós, Azorín o Ramón Gómez de la Serna , al igual que el comedor principal
No recuerdo en cual de los salones ,nos comentaron que la reina Isabel II se "olvidó" su corsé en una de sus muchísimas "cenas"
-SALON ISABELINO (o comedor principal)
Oleo de Emilio Lhardy
-SALON BLANCO
-SALON JAPONES
Los otros 3 salones son : el Sarasate, el Gayarre y el Tamberlick , que no pudimos ver.
Nada mas bajar de nuevo la escalera, tenían colgado una lista de precios del año 1.908
Al finalizar la visita pudimos degustar su famoso consomé, que por cierto nos lo ofrecieron muy amablemente, y he de decir que estaba muy bueno
La tienda ofrece productos poco habituales, como el
huevo hilado, o el salchichón Vich,
además de los huesos de santo o las famosas torrijas en semana santa.
Son muchos los platos de la carta del restaurante los
que sirven para llevar, pero la verdad que no se cuales. Aunque sí que pregunte
por el pato Canetón de las Landas asado
a la naranja, pensando el algún día acercarme y darles una sorpresa a mi marido
y a mi hija, pero no he ido.
Eran famosos platos como el gamo a la austriaca, la
pularda rellena, el faisán a las uvas, la ternera príncipe Orloff, la merluza
rellena de mariscos, la langosta a la rusa o los lenguados al champagne.
Aunque yo siempre había oído que lo mas demandado eran
los callos y el cocido, pero es evidente que ni siquiera había entrado en este
emblemático restaurante , y ahora lo he hecho gracias a la visita guiada.
Además nos comentaron que en la actualidad tienen un
puesto en el mercado de San Miguel, donde también ofrecen alguno de sus
productos para picar.
MIL GRACIAS MAR, por esta mañana tan interesante y educativa.
A tu lado siempre se aprende muchísimo , tanto Historia como historias...
Y por supuesto es de agradecer tu simpatía y tu forma de darnos las explicaciones, tu interés por conseguir entradas para los diferentes museos, monumentos, exposiciones etc .
Se nota que amas tu profesión y haces que yo este disfrutando de Madrid, y más hoy sabiendo que he pisado por donde en su día pisaron algunos de nuestros reyes, y personalidades importantes de nuestro país.
Justo antes de salir de Casa Lhardy, ya casi nos estábamos despidiendo, cuando nos propusiste tomar algo en una terraza que no quedaba muy lejos
Y te seguimos...
Ninguno de los que íbamos en el grupo sabíamos a que terraza nos llevabas, por lo que fue toda una sorpresa cuando al llegar, al Corte Ingles de la Puerta del Sol, vimos que te referías a la TERRAZA de CHICOTE
Nos encantó la idea pues resulta que ninguno habíamos estado en ella, y así pudimos estar un buen rato comentando lo visto, y lo que nos justaría seguir viendo de tu mano, por este nuestro Madrid
