Hoy durante
el desayuno hemos decidido dar un paseo, pues a mi marido no le apetece montar
en bici, (cosa rara en él)
Vamos a
hacer la ruta hasta la Cascada del Covacho, que yo a día de hoy no
conozco, y eso que llevo media vida por este pueblo de la sierra de Madrid.
Desde casa y
con el coche fuimos por la calle Camino de Villalba, hasta llegar a una
explanada donde todo el mundo deja los coches sin problema, para iniciar las
rutas de senderismo o con las bicis.
Desde esta
explanada parte una senda asequible, de unos 3 km, y que esperamos hacer
tranquilamente en una h aproximadamente.
Aunque la
ruta parte de Hoyo, la cascada pertenece al Término municipal de Moralzarzal
Enseguida llegas
a una barrera, que has de bordear y seguir por el camino de la derecha
El primer
punto de referencia es el depósito de agua del Canal de Isabel II, y un poco
más adelante un letrero que indica que entramos en el Parque Regional de la
Cuenca Alta del Manzanares
El recorrido
es a través de un entorno lleno de encinas, jaras y tomillos (además de otros
árboles, plantas y multitud de hierbas que no conozco)
Lo que si
reconozco es el paisaje, tan de Hoyo, tan de la sierra, (me recuerda al paisaje
de la Pedriza, por ej), con tantas piedras y esas grandes rocas, que a los que
montan en bici de campo, como mi marido les encanta subir y bajar
El camino es
muy fácil de seguir, además de que hay bastante gente caminando y en bici a la
que poder preguntar
Pasamos por
un par de arroyos, que creo son el de Cuchillar y el de Peñaliendre.
Los dos tan pequeños que cruzas de una zancada, aunque también hay piedras puestas para cruzar con más facilidad y no mojarte las zapatillas
En unos 50
minutos ya estábamos en la famosa cascada
Yo diría
“cascadiiiiita”, porque en realidad es un “hilito” de agua
He de decir
que me lleve un poco de desilusión, pero es que hace mucho que no llueve.
No importa,
volveremos otro día dando un paseo porque no se tarda mucho y es un camino
prácticamente sin dificultad alguna, y sobre todo porque ha sido una pena no
haber podido verla con más caudal.
Junto a la
cascada hay una mesa con asientos hechos con rocas de granito, típico de la
zona, a modo de merendero. Pero solo hay una, asique siempre está ocupada
Nosotros no
llevábamos intención de tomar nada, porque acabamos de desayunar, además en una
h. estaríamos de vuelta, pero sí que había gente haciendo un pequeño piscolabis
a la vez que descansaban
Hicimos alguna foto y descansamos un ratito para volver por donde habíamos venido, hasta donde habíamos dejado el coche.
Una ducha y
a por el aperitivo con los amigos…
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