El mes de Noviembre
en el restaurante “ SAMARKANDA “se convierte en el mes de “los callos”, y
como me encantan fui a probarlos junto con unas compañeras del trabajo
Habíamos estado toda
la mañana viendo las colecciones del
MUSEO THYSSEN , gracias a una visita guiada
Lo pasamos genial,
nos hacía falta un poco de desconexión…
Era la primera vez
que acudía a este restaurante y me encantó
La decoración y el
personal de lujo
Y la carta me
sorprendió sobremanera
Estaba todo riquísimo,
no hacía más que pensar: “tengo que traer a mi marido y a mi hija a que lo
conozcan y a que disfruten” como lo estaba haciendo yo en ese momento.
Para volver seguro
SAMARKANDA se encuentra dentro de la Estación de
Atocha y es un placer después de comer dar un paseo por la estación, por su jardín, ver los animalillos que hay en el estanque, tomar un café en una de sus terracitas y
echarle un ojo a las tiendas …
Un día perfecto, en
buena compañía
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