sábado, 25 de marzo de 2017

MUSEO de HISTORIA de MADRID + VISITA GUIADA 22-3-2017 ( Planta 2ª)

 

2 Planta:  

 “El SUEÑO DE UNA CIUDAD NUEVA” 1814-1910

 

Abarca desde  la época de la Revolución Industrial hasta el estallido de la 1ª guerra Mundial 

                        Una ciudad estancada e indolente”.

El Madrid (capital) que se nos presenta a comienzos del siglo XIX es un Madrid notablemente “preindustrial”

Muere Fernando VII en 1833 y deja como heredera del Trono de España a una niña Isabel II




Será a partir de los años 40 cuando se acelere una gran transformación en la ciudad, motivado no sólo por el cambio de una monarquía absoluta a un régimen parlamentario

    

                                      “Isabel II jurando la Constitución”


Poco a poco, va despertando Madrid de su letargo. Con la nueva soberana, llega un incipiente capitalismo y el progreso. Sin embargo, su reinado no será pacifico, los liberales revolucionarios, llamados progresistas acabarán por echarla de España y tratarán de buscar una nueva dinastía ajena a los Borbones

A pesar de todo, Madrid continuaba siendo una ciudad muy parecida a la  del siglo XVIII: por un lado, cuenta con un considerable número de edificios religiosos, entre iglesias, capillas, conventos, etc, y por otro, con las varias propiedades de las grandes familias nobiliarias, como eran Liria y Alba, Medinaceli, Osuna, etc

El resto del tejido urbano estaba compuesto por edificios de pobre construcción y baja altura, y distribuidos sin orden establecido alguno en calles empinadas y carentes de pavimento o sistemas de evacuación y alcantarillado.

 

Los madrileños arreglan el mundo en los cafés que empiezan a hacer furor. Eran los lugares en los que quedar para conversar ,  llegando a ser lugares especializados según los temas de conversación de sus tertulianos: teatro, política, toros, etc.

Cuadro de caballeros en café Levante y que estaba al principio de la calle Alcalá

 

                                       "Realidad y ficción del progreso"

 

Pasado el primer tercio del siglo XIX, la sociedad madrileña, desde los aristócratas a los mendigos, esperan, que Madrid se convierta en una ciudad racional y moderna.

Será en esta época cuando se lleven a cabo algunas grandes obras, como estaciones de trenes, el Canal de Isabel II, mercados nuevos, etc.

El empuje principal vino de las desamortizaciones, puestas en marcha de nuevo a partir de 1842 durante la regencia de Espartero

Será una época en la que se toma conciencia de la necesidad existente de reinventar Madrid, de hacer una nueva ciudad,

De este modo, se ejecutaron proyectos con el objetivo de abrir las plazas, alinear al fin las calles y gestionar así los espacios públicos, además de incorporar una serie de equipamientos colectivos, en lo que se llamo “la reforma del Interior de Madrid”

    

          2 maquetas de proyectos tanto del Viaducto como de la plaza de Oriente

   



El último tercio del siglo XIX, y el reinado de Alfonso XII

 

                                                        Retrato del rey Alfonso XII


 

Una de las causas principales que favoreció que Madrid despegara económicamente, y a  la vez demográfica y urbanísticamente  fue por la mejora de las comunicaciones, especialmente la creación de una red ferroviaria. Así podría aprovechar todo el potencial que le daba al encontrarse en una privilegiada ubicación geográfica central.

El ferrocarril, sin duda fue el símbolo total del progreso ,pero también fue de gran importancia la creación en 1858 del Canal de Isabel II, que solucionaría los problemas hasta entonces permanentes de abastecimiento de agua, sustituyendo así los antiguos viajes de agua.

Por otro lado, el gas acabaría sustituyendo a las primitivas farolas de aceite, mientras que los primeros ensayos de iluminación eléctrica se darían en Madrid en 1875, año en que se iluminaron las fuentes de Cibeles y Neptuno

El proceso de cambio del gas a la electricidad terminaría en 1972, año en que se retiraría de las calles de Madrid el último farol alimentado con gas.

 

                          "Ocio y diversiones en la sociedad madrileña".


A lo largo del recorrido de esta sección, pudimos ver una buena muestra de cómo se divertían los madrileños durante el siglo XIX en diferentes momentos y lugares

Sin necesidad de salir de Madrid, el paseo era una de las actividades preferidas y más habituales de los madrileños, además de ser una de las pocas que podían disfrutar en grupo y sociabilizar. Entre los espacios más concurridos para pasear, se encontraban el Paseo del Prado, el Paseo de Recoletos o el Retiro

Una de las fiestas más destacadas y en la que participaba prácticamente toda la ciudad era el carnaval.

Se organizan fiestas, unas particulares y otras en lugares como El Real, a las que acuden los nobles y burgueses enmascarados dispuestos a disfrutar de los bailes.

Por otro lado, en los barrios populares, la gente con menos posibles hacía lo que podía para divertirse en medio de ambientes totalmente bulliciosos.

Otro de los momentos de ocio para los madrileños era el veraneo, algo que llegó a ser considerado casi una tradición para la nueva clase media que se hará construir los llamados “hotelitos” en la sierra.

En cuanto a los trabajadores, algunos también abandonaban Madrid nada más llegar el verano para pasarlo en su pueblo de origen.

En cuanto evolucionaron y mejoraron los medios de transporte, esos lugares de veraneo empezarían a ser aquellos más alejados, comenzando a irse, tanto los miembros de la Corte como los madrileños que podían permitírselo, a disfrutar del mar a los pueblos de la costa del Norte de España.

 

              Cuadro del Pabellón español de la exposición de Paris de 1878

 

Los madrileños sobre todo de la clase media-alta cada vez estaban más interesados en todo lo relacionado con obras de teatro, y con acudir al Hipódromo de la Castellana




También pudimos ver una maqueta del Teatro Real hecha alrededor del año 1835




                                Maqueta teatro Real hecha en madera


                      "Fachada del Teatro Real ,en la plaza de Isabel II”,


Asimismo, la variedad de fiestas y diversiones aumentó igualmente, gracias, en parte, a los avances tecnológicos que trajo el progreso, como por ejemplo el invento de la fotografía y la aparición del cinematógrafo a finales de siglo.

En medio de este nuevo Madrid, los talleres y los salones de moda comenzaron a instalarse en locales dotados de escaparates a la calle. Grandes tiendas y galerías, que eran unos comercios de lujo y que se ubican en la Gran Vía.

En la sala, varias vitrinas expositoras nos muestran diferentes piezas, prendas de ropa y objetos que se vendían en los comercios como abanicos, chaquetas, guantes, medias, ceñidores, pololos, polisones, mantillas, mantones de Manila, etc.






También se levanta una nueva plaza de toros en el paraje llamado Las Ventas del Espíritu Santo, la cual se inauguraría en el año 1934, sustituyendo a la de 1855

 


 

                                  "La mujer en el siglo XIX".


La vida de las mujeres socialmente de clase alta empieza con la costumbre de la visita, ya que sus casas contaban con un espacio expresamente para recibir a sus amistades, y en donde exhibían joyas, mobiliario, obras de arte etc, todo con el fin de dejar clara su posición social.

Un ejemplo de esta zona de las casa lo podemos contemplar en la actualidad, por ejemplo, en el palacio de don Enrique de Aguilera y Gamboa, hoy Museo Cerralbo, y que yo también conozco

Durante el último tercio del siglo XIX, se originó un gran debate sobre el derecho de la mujer a la educación; esto conllevó que se llevaran a cabo distintas iniciativas que repercutieron en una notable mejora en la formación y en el acceso (aunque minoritario aún) de la mujer a la enseñanza secundaria y universitaria

Pero las mujeres trabajadoras, formaban parte de las clases menos favorecidas, quienes, además del trabajo doméstico, desempeñaban otras tareas remuneradas fuera del hogar.

Ejemplo de ello son las lavanderas, cocineras, planchadoras, modistas, niñeras, amas de cría, etc.

Algunas mujeres se dedicaban al pequeño comercio por medio de tiendas, mercados y puestos callejeras, como las castañeras

Todo ello llegó a convertirse en una forma más de entablar relaciones sociales, con el mero hecho de ir a la compra

Sin embargo, hasta finales del siglo XIX no comenzará a verse su presencia en algunos talleres y fábricas, como la del tabaco, y quienes, además, tendrían un papel muy destacado dentro del movimiento obrero de la época.

Los avances en lo que a la formación de mujeres se refiere harán que, ya bien entrado el siglo XX, se incorporen al mercado laboral también las de clase media, que desempeñarán su trabajo en fábricas, talleres y, sobre todo, en oficinas. 


                                            “El Madrid industrioso".


Madrid no llegaría a ser considerada una ciudad industrial hasta bien entrado el siglo XX , debido a la actitud conservadora de la burguesía madrileña del siglo XIX en lo que a inversiones se refiere

También se notaría un auge en otras industrias, por un lado, la atracción hacia la circulación rodada y por otro lado, por la presencia las fábricas de la moneda, de papel continuo o de artes gráficas, entre otras; y por último, la continua demanda de productos por el alto crecimiento poblacional

Vinculados a esas nuevas industrias, hay numerosas muestras en esta misma vitrina: una cámara fotográfica de fuelle de 1890, matrices de fotograbados de alrededor del año 1900, distintas cajas de metal que en su día guardaron diferentes alimentos (café El Cafeto, dulce de frutas La Esmeralda, de una destilería de licores), otra de “Chocolates y dulces Matías López” de hacia 1910, una variedad de piezas de perfumería y cosmética, una lámpara de gas, etc.

    

 












Una gran vitrina nos ofrece todo tipo de muestras de la producción madrileña de la época: cerámica, vidrio, metales, vajillas, cuadros y fotos de establecimientos industriales, azulejos, artes gráficas, cajas de metal, productos de la industria cosmética y farmacéutica, gas y electricidad.



 

 

Antes de irnos, vimos un busto de Alfonso XIII realizado en mármol blanco en el año 1902 por el escultor Mariano Benlliure.

 



 Y también un ómnibus, en este caso un faetón una vagoneta tipo break de entre 1800 y 1900


 

Y es que los nuevos transportes, como el ferrocarril o el tranvía, y ya a comienzos del siglo XX los vehículos a motor de explosión, no consiguieron dejar de lado por completo los carruajes tradicionales, como éste tirados por caballos


    

Estos vehículos de tracción animal comenzaron a entrar en declive a raíz de la electrificación de las líneas del tranvía, en el año 1898, y cuando se inauguró el primer servicio de taxis, en 1909.

 

Salimos encantados de todo lo que habíamos visto y de todas las explicaciones que nos fue dando Mar, durante la visita a este Museo, que fue declarado Monumento Nacional en 1919

Pero todavía nos quedaba una sorpresa que estaba a espaldas del museo

La FUENTE DE LA FAMA, en los "jardines de Ribera"

Construida con piedra blanca de Colmenar y granito

Diseñada por Pedro Ribera, el maestro cantero fue Pedro de la Piedra y el escultor, Juan Bautista



Se trata de una mujer con alas que sopla una especie de trompeta y debajo de ella una compleja trama de delfines, ángeles adornos y chorros de agua.

Se construyo en 1717, bajo el reinado de Felipe IV y fue colocada en la plazoleta de Antón Martin

Tuvo un coste total de 80.127 reales, de los que 6.000 pertenecían a la Fama y 3.840, a los niños mancebos

El día de su inauguración apareció colgado un cartel en el que se podía leer: 

“Deo volente, rege survente et populo contribuente”, es decir “Dios lo quiso, el rey lo sugirió y el pueblo pagó”.

Tras su inauguración, la fuente continuó suministrando agua a los madrileños a la vez que asistía como testigo impasible a los acontecimientos que a su alrededor se sucedían ,hasta 1879 que fue 1879, desmontada y guardada, por su deterioro.

En 1907 tras su reconstrucción fue colocada en el parque del Oeste y durante la Guerra Civil, para evitar su posible destrucción, fue desmontada y guardada en un depósito municipal, desde donde es trasladada hasta su actual emplazamiento en 1941.

Toda la fuente es una alegoría de la abundancia y riqueza que produce el agua, representada ésta por los delfines o por los cestos de flores de las hornacinas, con los que se alude a la fecundidad de la agricultura, la cual es imposible sin este líquido elemento. El mar queda representado por las veneras, mientras que los niños simbolizan el futuro, el cual puede ser improbable si no disponemos de agua.

Un placer como siempre el poder hacer este tipo de visitas guiadas...

 


MUSEO de HISTORIA de MADRID + VISITA GUIADA 22-3-2017 ( Planta 1ª)

 

Planta 1ª:

 “CENTRO ILUSTRADO DEL PODER(1700 a 1814)

 

El siglo XVIII comienza con el cambio de dinastía, justo en 1700, año en que llega a España Felipe V (primer Borbón), duque de Anjou, segundo hijo del Delfin de Francia y María Ana de Baviera, y nieto, así del rey Luis XIV

                                

                                                         Retrato rey Felipe V

Dinastía que introduce también grandes cambios que transforman la ciudad con importantes operaciones urbanísticas para embellecerla

Esta planta también tiene varias secciones (termina con la Guerra de la Independencia)

 

                 “Escenario del Poder Centralizado”

 

Madrid empieza a tener una nueva morfología urbana, con calles como Alcalá, Atocha, La carrera de San Jerónimo o más tarde El Paseo del Prado

Muy importante en esta época fue Francisco Antonio Salcedo y Aguirre, “Marqués de Vadillo”, corregidor del reino, que tiene aquí su propio retrato

                 

Parte de las obras de esta sala nos muestran obras tan importantes como la Cibeles o la Puerta de Alcalá



A Felipe V lo sucederían su hijo Luis I, que muere muy pronto y luego Fernando VI. que muere también sin descendencia, por lo que sube al trono de España Carlos III en 1759, que era “medio” hermano Fernando VI

Capítulo aparte merece el rey Carlos III


Vimos un lienzo del que fuera el mejor Alcalde de Madrid: el rey Carlos III, creándose una relación directa entre el poder y la persona que ocupa el trono, apareciendo representado en monedas, en el escudo heráldico etc



Y sería bajo su mandato cuando se ejecutaría una intensísima remodelación urbana, creándose y ampliándose avenidas y paseos, levantando grandes edificios como el Real Jardín Botanico, el Real Observatorio Astronómico o el Hospital San Carlos (hoy Museo Reina Sofía)


                    


Además de laminas que representan las fuentes de Cibeles, de Neptuno o como esta de la Puerta de Recoletos

                            

                                                    Lamina Puerta de Recoletos

                          

                    “ El Paseo y Los Rituales del Ocio”


En el siglo XVIII,  todo iba cambiando y a Madrid seguían llegando artistas, músicos y escritores que querían mostrar sus obras, por lo que se empiezan a exhibir dichas obras tanto en los corrales de comedias (como el los caños del Peral), en El Alcázar o en el Coliseo del Buen Retiro

                                                          Vista de El Alcázar


En estos “teatros” se empieza a representar algunas obras con música, dando más tarde origen a la “tonadilla escénica” en cuyos intermedios actuaban los majos y majas, que influían directamente en las gentes más populares con sus vestimentas y hasta con su lenguaje.

             

             

            

Grabado de escenas con Majos y Majas


Otro de los entretenimientos de la aristocracia era pasear, y en estos paseos asumían el “majismo”, de modo absolutamente teatral, mezclándose con majos y majas, que eran las gentes más populares de los barrios periféricos de Madrid.

Gracias a Carlos III se podía pasear por las avenidas, bulevares y paseos arbolados como el Paseo de las Delicias

Paseo de las delicias


El Paseo del Prado, que es considerado como el primero de las capitales europeas. Tan importante como lo es en la actualidad:  que con el Museo del Prado, el Museo Reina Sofia, el Museo Naval, el Museo Thyssen y Caixa Forum, configuran EL PASEO DEL ARTE  y es declarado como Bien de Interés Cultural 

          

 

También acostumbraban a ir a los toros, y muestra de ello es la maqueta de la desaparecida plaza de toros de la puerta de Alcalá


        

              

               

               

 



Es en este siglo, el XVIII, cuando se empiezan a crear las Reales fabricas, para sustituir los objetos y productos importados  por  nacionales, como pura estrategia comercial, pero a la vez para seguir ofreciendo el lujo que tanto demandaban los miembros de la corte.

En diferentes vitrinas pudimos ver una representación de objetos hechos en estas Reales Fabricas

-      La Real fábrica de Porcelana del Buen Retiro

Fue Carlos III quien se trajo de Nápoles los moldes, la forma de preparar la pasta tierna, e incluso a los oficiales, pero esta porcelana resultante no aguantaba grandes temperaturas, lo que limitaba su producción a objetos decorativos, todos con el sello de la Flor de Lis en negro o azul

Sin embargo fue Carlos IV quien mandaría a Francia a aprender la técnica y estudiase sus métodos para obtener una porcelana más dura, que sirviera para poder lucir unas vajillas de ensueño en las mesas reales, como lo hacían en Francia

         

         

        

Por desgracia dicha fabrica se cierra, primero con la invasión francesa y definitivamente al finalizar la Guerra de la Independencia


La Real fábrica de Cristal de La Granja

Se dedicaban a producir objetos de uso diario, como ricos servicios de mesa, pero sobre todo lámparas, candelabros, lunas y demás elementos decorativos para el interior de los palacios reales, y de los nobles, así como para regalos oficiales.


         

 

-      La Real Fábrica de Platería Martínez

 

En el año 1778, el platero Antonio Martínez crea en Madrid una escuela-taller con la maquinaria y los modelos que unos años antes, en 1775, había comprado en París y Londres, lugares a los que había viajado con el patrocinio de Carlos III Lo que supondría una mayor producción pero menos artesanal

20 años después fallece Antonio Martínez pero la fábrica sigue creando objetos decorativos con diferentes diseños, destacando por sus acabados perfectos

Dicha fabrica adquirió el título de “Real”, bajo el reinado de Fernando VII, pero dejaría de funcionar en 1869, y demolido el edificio en 1920


 

-      La Real Fábrica de Tapices

Fundada por el rey Felipe V. En un principio, se trabajó con telares de bajo lizo, realizando tapices siguiendo los modelos que proporcionaban los pintores de la Corte, en los cuales se reflejaba la influencia flamenca

La fábrica vivirá su momento de mayor esplendor gracias al impulso de Carlos III

La tendencia entonces en lo que al estilo se refiere será ir hacia unas composiciones neoclásicas, destacando las colaboraciones de personalidades y artistas como el arquitecto Francisco Sabatini o los pintores Francisco de Goya  quien trabajaría en ella desde 1775 hasta 1792, año en que enfermaría, quedándose sordo y dejando definitivamente su trabajo en la fábrica.

A finales del siglo XIX, dicha fabrica se traslada a un edificio construido entre los años 1881 y 1891, lugar en el que continúa en la actualidad, en la calle Fuenterrabia nº 2 y que yo he podido visitar en una visita guiada

En 2006, La Real Fábrica de Tapices fue declarada Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento.

 

Pero también había otras industrias, como la del abanico, que era considerado un elemento indispensable en los círculos de ambiente cortesano, pues mostraba el origen y la jerarquía de su portadora.

Asimismo, los materiales empleados en su fabricación y la calidad de ésta hacían de los abanicos unos artículos de lujo y de un alto valor artístico.

Su mayor auge lo alcanzará en el siglo XVIII, durante el cual se regulará su uso como objeto de juego social, amoroso e incluso de propaganda política en reuniones y actos sociales: sería el llamado lenguaje del abanico.


                                    Colección de abanicos , escopetas y baraja de naipes 


Baraja española de naipes, de 1811

Tambien vimos la mesa del despacho que usaba el Conde de Floriblanca : Jose Moñino y Redondo, de 1780

Político que ostentó cargos importantes como Primer Secretario de Estado de 1777 a 1792 durante el reinado de Carlos III y Presidente de la Junta Suprema central en 1808 con Carlos IV



 

                         "La Guerra de la Independencia".

 

En esta sala vimos grabados y pinturas referidas a lo que fue el gran y terrible acontecimiento que marcó la historia de España en el primer tercio del siglo XIX: La Guerra de la Independencia, acaecida entre los años 1808 y 1814, y que tuvo su desencadenante, en los sucesos del 2 de mayo de 1808  y que supusieron el comienzo de la resistencia a la ocupación napoleónica del país y, meses después, contra el rey francés José I Bonaparte, hermano de Napoleón, conocido con el apodo de “Pepe el botella” 

 

         Retrato del rey José I

Los antecedentes a dicha guerra fueron “El Motín de Aranjuez” , ya que una parte de la aristocracia estaba en contra del rey Carlos IV y de su valido, Manuel Godoy, por lo que reivindicaban el trono para el príncipe Fernando, futuro rey Fernando VII

Para ello, este sector no dudaría en aproximarse a los franceses, buscando el apoyo y una alianza con Napoleón Bonaparte

Con la entrada de los franceses en el país, lo más recomendable era que la familia real se protegiera en Aranjuez porque así podrían huir hacia el Sur, camino de Sevilla, y de ahí zarpar a América.

    Familia de Carlos IV

Sin embargo, el rumor de que los reyes emprenderían un viaje hizo que el 17 de marzo de 1808, un grupo de opositores se agolpara a las puertas del Palacio Real y asaltara el palacio de Godoy desde donde se le trasladaría al Cuartel de Guardias de Corps.

El 19 de marzo de 1808,  Carlos IV abdicaría en su hijo, proclamándose éste rey bajo el nombre de Fernando VII

 

Retrato del rey Fernando VII

Pero el 7 de mayo de ese mismo año, el trono recién estrenado por Fernando VII vuelve a ser cedido, abdicando en favor de Napoleón, quien a su vez, otorgaría la monarquía a su hermano José I, lo que se conocería como “Las Abdicaciones de Bayona”

Abundan por ello las caricaturas y sátiras contra Napoleón, el personaje más odiado de los españoles  y su hermano, José I (el rey intruso, o Pepe “el botella”)

En una de ellas se ve a José I , metido arrodillado y rezando dentro de una botella de vino, con la leyenda “ Cada cual tiene su suerte, la tuya es de borracho hasta la muerte”

 


También retratos de los protagonistas de tales hechos:

“Felipe  IV" con armadura , y a su lado el favorito de los reyes y amante de la reina "María Luisa de Parma", Manuel Godoy, que era quien realmente mandaba en España.


Manuel Godoy y la reina María Luisa de Parma


Las terribles consecuencias de estos hechos, quedan reflejadas en esta sala en los distintos cuadros que cuelgan de sus paredes.






La Alegoría de la Villa de Madrid” de Goya  y que es una de las joyas del museo

Esta obra de Goya merece una mención especial por las modificaciones que ha sufrido a
lo largo de los años, ligadas a los acontecimientos históricos que sucedieron en la villa.

En el año 1809, Goya pintó este cuadro, cuando Madrid estaba ocupada por las tropas francesas

Representa una matrona coronada que encarna la villa de Madrid. En su mano derecha sostiene el escudo de la capital y con la izquierda señala un medallón con la inscripción "2 de Mayo".

Y es en este medallón u óvalo donde está todo el meollo. Que fue el siguiente: 

Cuando Goya pinta el cuadro, pone en el medallón la imagen de José Bonaparte. Tras la batalla de los Arapiles, el ejército francés abandona la ciudad y la imagen del hermano de Napoleón es sustituida por la palabra "Constitución".

Pero unos meses después, el ejército francés vuelve a la capital por lo que tienen pintar de nuevo a Bonaparte.

En el año 1813, con la salida definitiva del ejército francés, se restaura la palabra "Constitución" que será sustituida un año más tarde por el retrato de Fernando VII.

El rey no sale muy favorecido, por lo que ordena borrarlo y que lo retraten de nuevo.

Pero no duraría mucho, porque en 1843 la imagen del rey es sustituida por el libro de la Constitución de Cádiz, conocida como "La Pepa".

Y aquí no termina la cosa. En 1872 el alcalde de Madrid ordena modificar la leyenda y que es la que luce actualmente: “Dos de mayo” 


En esta misma sala había 2 vitrinas importantes


 

En una la escultura de terracota que representa la muerte de Manuela Malasaña 



y en la otra el modelo del monumento en memoria de las víctimas del 2 de Mayo (1822).

 



Madrid fue víctima de una terrible hambruna a causa de la escasez de alimentos producida, por un lado, por las malas cosechas, y por otro, por los problemas que la guerra planteó al comercio. Todo ello conllevaría enfermedades y miles de muertos.

A pesar de ello, el 19 de marzo de 1812 se aprueba la Constitución, popularmente conocida como “La Pepa”, convirtiéndose en la primera constitución liberal de España, con la que se decretó la libertad de imprenta, se abolió el régimen señorial (suprimiendo los señoríos jurisdiccionales), se suprimió la Inquisición y se abolieron los gremios (estableciendo la libertad económica, de trabajo, de fabricación y comercial). 



       Ejemplares de la Constitución de 1812 con que cuenta el museo.


Terminada la guerra y conseguida la victoria por parte del pueblo español contra el ejército francés, Fernando VII recupera el trono, recibiendo el sobrenombre de “el Deseado”, por las esperanzas puestas en él de cara a llevar a cabo las reformas necesarias en España.

Sin embargo, ocurriría todo lo contrario. Con él volvería el absolutismo, negándose a jurar la Constitución de Cádiz. 

 


                                    Fernando VII, luciendo uniforme de capitán general 1816-1818




Objetos variados, abanicos, retratos perfilados de familia, monedas, tabaqueras, grabados que recuerdan  los sucesos del Dos de Mayo en Madrid 


               

                                                                 Sátira política en los naipes

                                                      Juego de café constitucionalista






Y a continuación subimos a la  PLANTA 2ª