El primer domingo de mayo es el día de la madre, y mi hija que está embarazada de 7 meses, me hace entrega de un sobre cerrado, adornado con un lazo y una etiqueta de madera
No tenía ni idea que podía ser, y con los nervios, tan solo
leí de la etiqueta la palabra “ESTUDIO”
El dije toda emocionada: ¿“Son las fotos de las sesiones”
?, ya que hacía pocos días, les habían hecho un par de sesiones de fotos a los
2, mostrando el avanzado embarazo, super bonitas y muy tiernas
NOOOO, me dijo. Abre el sobre y lo veras…
Lo abro y veo una tarjeta donde pone: ECO 24 -27, y loca de
contenta la digo: ¿“Es la última ecografía”?
Pero tampoco acerté, ya que al dar la vuelta a dicha
tarjeta leo en ella:
“INTENSIVO DE CERAMICA” para MAMA
La verdad que no se la cara que debí poner, porque justo
eso no me lo podía ni imaginar, ya que en mi vida se me habría ocurrido asistir
a un curso de cerámica
Me explicó que se trataba de pasar una mañana con ella en
el taller donde habitualmente va a clases de cerámica y que fuera pensando que
es lo que me apetecería hacer: una taza,
un plato …
Me puse a mirar por internet y al final decidí aventurarme a hacer un plato para las gyozas
Tenia que ser “tosco”
Y con su vasito para la soja
Y como decoración facilita, pensé en pintarle los bordes de
un color y salpicar todo el plato con “puntitos”
Y llego el día ,25 de mayo, iba con tiempo suficiente para
poder desayunar tranquilas, y que Bruno nos llevara hasta Arroyomolinos, pero el
tren tardo mas de lo habitual , no había nadie en el anden, y pensé que había empezado mal el día…
Pero por suerte no fue así...
Nos dio tiempo de desayunar y de llegar al
taller a la hora prevista, yo, con los lógicos nervios de una principiante.
Con nosotras había también una madre y una hija que hicieron una taza cada una, y mi hija que se atrevió a hacer una tetera
La tetera a mi hija la quedó super chula, empleando una esponja para aplicar la pintura
A la profe mi hija ya la había dicho que yo pensaba hacer un plato para las gyozas con su vaso para la salsa, así que una vez escuchadas sus indicaciones. me puse manos a la obra
He de reconocer que estuve super entretenida al lado de mi hija, haciendo las preguntas que me surgían y viendo que no se me estaba dando nada mal, para ser la primera vez lo hacía.
Empecé por amasar y ablandar la arcilla para después ir haciendo un "agujero" con la técnica del pellizco, de mamera que fuera tomando forma de vaso.
Y a continuación con un
rodillo estiré otro trozo de arcilla , previamente amasado y ablandado, del centro hacia afuera , como si de una masa de hojaldre se tratara, e intentar que quedara una forma más
o menos redonda. Pero al final esa plancha estirada de arcilla la corte en
forma casi de triangulo.
Me parecía muy grande, pero la deje así, y en vez de plato
se convirtió en bandeja para gyozas.
A continuación, me toco hacer un churro para pegarlo todo alrededor y que hiciera de borde de la bandeja
Después de estar pegado tuve que unir con una espatulita,
muy bien el churro a la propia bandeja, por dentro y por fuera
Y una vez pegado también el vaso para la salsa, tocaba
empezar a decorarlo…
¡¡¡¡Que horrorrrrr!!!!
Si hubiera podido decir a la profe que me lo pintara ella a
su gusto, lo habría hecho
Hicimos una paradita para tomarnos un café y mentalizarnos
de que ahora venia lo “mejor”
Hasta ese momento yo estaba genial, me había gustado la experiencia,
no se me había dado del todo mal y nos habíamos echado unas risas.
Además, veía a mi hija encantada haciendo su tetera, y eso
es lo que mas me llenaba, porque estado con ella TODO me parece “guay”
Total, que continuamos…
Con un pincel y a mano alzada fui pintando el borde, de
color azul, y cada pincelada se me iba haciendo más y más ancho.
Yo estaba fatal, no me gustaba, no era la idea que tenía en
mente, y lo mismo me paso con el vaso, que termine pintándolo
Pero ya no había remedio, no tengo un pulso firme
A continuación, tocaba decorar la bandeja. Yo quería que
tuviera puntitos y así evitar hacer cualquier dibujo
La profe me indico como hacerlo y a la pobre se le cayo una
gota de pintura en la bandeja, que dijo me lo arreglaría.
Seguí con el cepillo de dientes salpicando de pintura azul,
por algunos lados de la bandeja
Y como remate le quise poner unas letras “chinas”, que
previamente había ensayado en casa y que me quedaban muy a mi gusto
No eran lógicamente letras chinas, se trataba de una “S” y
una “J” , de "SIEMPRE JUNTAS", (o
juntos), y además esas 2 letras coinciden con las iniciales de los nombres de
mi hija y de mi marido : la “S” de
SARA y la “J” de Javier
Para mi tenía un significado “emocional ”
Al lado puse este símbolo, #, que es lo que pone la gente ahora en Instagram
El resultado no pudo ser mas catastrófico, con lo bien que me salía en casa con un boli. Total, un desastre !!!
Para lo que disfruté en esa mañana , lo bien que me sentó el cafecito, lo pensado que llevaba todo, el resultado no me hizo estar satisfecha
Y para colmo...
Cuando mi hija vio las "famosas letras chinas", imagino que se decepcionó, o creo que incluso debió sentir vergüenza, al decirla lo que significaban esas 2 letras y que quería que la bandeja, cuando estuviera cocida, fuera para ella,
Se quedó ojiplática, y como pensando: "Ya está la pesada de mi madre con su frasecita”…
En verdad creí que iba a "valorar" los días que llevaba buscando platos de gyozas por internet , al igual que le hiciera "gracia", o por lo menos le agradara el porque quise poner esas 2 letras y lo que significaban para mi ,al coincidir con las iniciales de sus nombres y que al ser una bandeja para gyozas desde antes de ir al taller yo tenia claro que si me quedaba medianamente bien, la iba a decir que lo había hecho pensando en ella y en su marido, ya que les encantan las gyozas
Pero su cara no fue de alegría, o de sorpresa, sino mas bien de : pues vale !!!
La verdad es que yo esperaba me dijera algo como: "que guay mama, muchas gracias, con lo bien que te ha quedado", o , " mama es tu primer trabajo de cerámica, así que quédatelo tu" , o , "desde luego como me has tomado el pelo con lo de las letras chinas, jajaja"
Ahora he de esperar a ver la bandeja ya cocida, pues mi hija a
los pocos días iba a dejar de acudir a esas clases por su avanzado embarazo,
asique toca esperar a que las retome algún día, o por lo menos que vaya a
recogerla junto con su tetera
La profe fue encantadora en todo momento.
La experiencia me gusto bastante, aunque lo peor fue lo de la decoración , elegir el color y pintar con pincel , ya que como lo ves en tu cabeza a lo que te sale al final, hay mucha diferencia
Se me pasaron las horas sin darme cuenta, y eso que entramos a las 10 y salimos a las 14,30 o más.
Una mañana diferente y muy entretenida
Un regalo original, que hacia no solo que compartiéramos unas cuantas horas juntas, si no también que yo descubriera y disfrutara de esta actividad que a mi hija la encanta.
Sea como fuere, mil gracias hija, y ahora solo espero que cuando la recojas una vez cocida, (aun que no te guste), la utilices para vuestras gyozas.