viernes, 17 de diciembre de 2021

CONCIERTO de RAPHAEL 16-12-21

 

El cantante Raphael como ya viene siendo tradición nos visita en Madrid por Navidad, y como para nosotros estas fechas son de mucho jaleo en el trabajo, pues nos quedábamos con ganas de ir a verle todos años

                              

Este año con la pandemia no sabíamos si comprar entradas, pero teníamos muchas ganas de oírle en directo, y puesto que ni él ni nosotros (ni nadie) sabemos el tiempo que nos queda de estar por aquí…decidimos a comprarlas. Pensamos que, si la cosa se ponía mal, lo pospondrían como nos pasó con el concierto de Marck Anthony.

Así pues, mi marido, y yo con miedo, ayer jueves 16 de diciembre de 2021 por la noche, nos metimos en el Wizink Center, para celebrar con ÉL, con RAPHAEL sus 60 años sobre el escenario. 

                      

La noche prometía ser de “escandalo” (pero con toda la seguridad necesaria por el Covid), aunque yo la verdad que no estaba muy segura, porque no todo el mundo llevaba la mascarilla bien puesta.

El primero mi marido, que se la quitaba a cada poco, y eso que era de las quirúrgicas que es más llevadera, que la que llevaba yo, pero bueno, los días lo dirán…


      


La entrada fue muy escalonada, ya que las puertas las abrieron mucho tiempo antes. Los accesos estaban divididos por zonas y los trabajadores del Wizink Center con petos azules, te iban guiando y dirigiendo a cada uno por la puerta que le tocaba entrar, sin aglomeraciones.

       

 

El aforo dicen, estaba en torno al 30%. No se eso en cuantas personas se traduce, pero lo que sí es verdad es que no había distancia de seguridad entre las butacas, y además no deja de ser un sitio cerrado e íbamos a estar 2 horas mínimo; algo que no deja de ser incongruente, porque Madrid acaba de restringir las reuniones familiares de navidad a seis personas. (Nosotros por ejemplo pasaremos las noches de fiesta, solo con mi hija y mi yerno, previo test de antígeno negativo). Y sin embargo el concierto no se había cancelado.


       

Así que, que sea lo que Dios quiera…

 

El público es variado, de todas las edades, pero veo, sobre todo, gente madura sin duda alguna, un público de riesgo.

Somos muchos los que superamos con creces los 50, los 60 y hasta los 70 años…

 

Bueno estamos aquí y vamos a disfrutarlo!!!!

 

Llegamos con tiempo suficiente, nos colocamos e hicimos alguna foto antes de que arrancara puntualmente el concierto


 

Antes de empezar, no sabíamos que pasaba, pero se oía “jaleo” y vimos cómo la gente se ponía de pie y aplaudía, todos mirando hacia el mismo palco, y es que la emérita reina Sofia, había llegado tan solo unos minutos antes de que comenzara el show. Doña Sofía se levantó y saludó



Mi marido con el zoom del móvil supo enseguida de quien se trataba, y Raphael, lógicamente, consciente de quien se encontraba entre el público, tras la primera o segunda canción, saludó a la Reina, su amiga, que se sentó justo a su esposa, Natalia Figueroa.

 

 

Antes de salir al escenario, por las pantallas nos pusieron un recopilatorio de lo que han sido estos 60 años de vida, sobre los escenarios de todo el mundo, y es que cuando Raphael empezó en esto, nosotros 2 (mi marido y yo) que ya pintamos canas, (porque tenemos 60 años), acabábamos de nacer.

Era uno de los cantantes favoritos de mí ya fallecido padre, y él ahí sigue…

Y como sigue … Es, Raphael en estado puro.  

         

Que energía y que torrente de voz sigue teniendo

       

Más de dos horas y media cantando sin parar, una canción tras otra.

       

Incombustible.

        

Salió al escenario con “Renacer”, canción con mensaje: como el resurgir del Ave Fénix.


        

Tras la primera canción, nos llega a parecer todo igual que siempre. Él viste como siempre, pantalón y camisa negra


 

La música es un bálsamo, es salud también

Con su voz fue capaz de conseguir que, la “nueva normalidad” de Sánchez, nos pareciera en estas 2 horas, que había sólo un mal sueño.

Porque la voz de Raphael invadió por completo el Wizink Center, y nos olvidamos, si, nos olvidamos del Covid

 

RAPHAEL se atreve con todo, desde las canciones de siempre hasta las nuevas, pasando por temas de Rocío Jurado , de Camilo Sexto o de El Dúo Dinámico e incluso con Gospel: “¡Aleluya!”.


           


Y es que, con su voz, y su forma de interpretar sus canciones, hace que te lleguen muy adentro, frases tan bonitas como: “tengo el corazón en carne viva”, “Estar enamorado es… olvidar la muerte y la tristeza”, “Las cosas tan hermosas duran poco… jamás una flor duró dos primaveras”, “Se nos rompió el amor de tanto usarlo, de tanto abrazo sin medida” …


        


Los ojos nos delatan sobre las mascarillas, seguimos contenidos en los asientos, pero disfrutando.

Raphael no ha parado de cantar, una canción tras otra, apenas algún trago de agua entre canción y canción



Cantó “Como yo te amo”, de Rocío Jurado y “Vivir así es morir de amor”, de Camilo Sexto, que precisamente destacaban como el, por sus potentes y peculiares voces.

 “Me olvidé de vivir”, “Provocación”, “la vida loca, loca, loca”, “Mi gran noche”, 

    

“Que sabe nadie”, “Yo soy aquel” , “Digan lo que digan” y, cómo no, “El tamborilero”, momentos en que el Wizink Center se llenó de móviles encendidos.


          

 

El éxtasis llegó con «Escándalo», ya no podíamos más y la mayoría estábamos de pie.

El Wizink Center, temblaba. Notabas el suelo vibrar. Como en los viejos tiempos.


            

 

            

Raphael paró, pero al cabo de dos horas y media para decirnos: 

“Gracias Madrid. El artista debe estar frente a su público siempre… hasta el final…” “Volveré, Madrid, el año que viene.

¡Esperadme! ¡Feliz Navidad a todos!” …

 

Fue una maravilla de concierto, digno de ser recordado.

Nos encantó, y salimos super contentos de haber optado por venir.

Fue de locura. Dos horas y media SIN PARARRRRRR… de autentico escandalo

 

No sé cuantos minutos estuvimos aplaudiendo, y es que el único “ESCANDALO” había sido Él:


  


Raphael, 60 años sobre el escenario.


 

 

 Fuimos saliendo por sectores de manera controlada

Y es que hay ganas de vivir. Los días dirán si esto ha sido o no una enorme irresponsabilidad.