lunes, 18 de julio de 2016

PALACIO y JARDIN del PRINCIPE ANGLONA , 6 Julio 2016


Es un edificio situado al norte de la Plaza de la Paja de Madrid.

No es visitable por ser actualmente viviendas particulares en la parte alta y restaurantes en la planta baja



Ocupa toda la manzana situada entre la costanilla de San Pedro y las calles de Segovia, de San Andrés y del Príncipe de Angloma

El palacio de Angloma es vecino de la torre mudéjar de San Pedro y estuvo rodeado en otro tiempo, por las principales residencias de la corte.





Desde la Plaza de la Paja aparece oculto, ya que es un jardín cerrado, rodeado de un alto muro y a él se accede por una pequeña puerta desde la plaza.



- Tapia del jardín desde la Calle Segovia -


-Tapia sur del jardín del Palacio de Anglona desde la Plaza de la Paja, con la puerta de entrada-





La Plaza de la Paja fue el centro del Madrid medieval y su nombre viene dado por la costumbre que obligaba a la ciudadanía a entregar paja para alimentar a las caballerías de la Iglesia, concretamente del obispado, por ello y por estar allí situada la capilla del obispo, era el lugar donde el pueblo llano llevaba la paja


El Palacio de Anglona es conocido por este nombre debido a uno de sus propietarios, Pedro Alcántara Téllez Girón y Alonso Pimentel, Príncipe de Anglona, aunque ha tenido otros propietarios.


Conocemos la historia de palacio desde el siglo XVI, cuando en su lugar había un grupo irregular de casas que pertenecía al mayorazgo de Vargas, familia que también poseía otras edificaciones por la zona.

El palacio debió construirse hacia 1530 por Francisco de Vargas, que fue Consejero de los Reyes Católicos y de Carlos I y propietario de los terrenos existentes en la zona hasta la plaza de San Andrés


En 1605, El palacio fue adquirido por Antonio Alonso Pimentel de Herrera que era VIII duque de Benavente, y fue gentilhombre de cámara de Felipe IV

En 1677 , al morir Antonio Alonso todo pasa a manos de su hijo Francisco , que muere en 1763 heredando el Palacio y pasando a ser su hija,  María Josefa, la XV condesa y XII duquesa de Benavente

En 1761, diseñó el jardín, Nicolás Chalmandrier que era grabador y dibujante de planos de grandes ciudades, entre ellas Paris y Madrid. La fecha en la que se diseñó y construyó el jardín coincide con la estancia de Chalmandrier en la villa y corte de Madrid, 1761, donde se encontraba para la confección del mapa de la ciudad.

En 1771 Maria Josefa se casa con su primo hermano Pedro Alcántara Téllez Girón y Pacheco y adquiere también el titulo de IX duquesa de Osuna
Estos serán los padres del Príncipe de Anglona



Oleo de Goya en el que retrata a la familia de los Duques de Osuna junto a sus hijas y sus dos hijos varones.
El niño que está de pie es Francisco , Conde de Peñafiel y el que está sentado en un cojín es Pedro Alcántara Téllez Girón, futuro Príncipe de Anglona y que se llamaba igual que su padre.

En 1776 , fue la primera reforma conocida del palacio y fue ejecutada por Vicente Barcenilla. Arquitecto y Mtro de obras de los Aprobados de la corte. Y unos días después, Ventura Rodríguez, maestro mayor del ayuntamiento de Madrid le aprobaba la licencia para ejecutar dicha reforma

María Josefa de la Soledad fue además la creadora del jardín “El Capricho” en la Alameda de Osuna.



En 1834, el palacio pasó a ser propiedad del Príncipe de Anglona, al morir la condesa de Osuna




El príncipe de Anglona  que como ya he dicho, era Pedro Alcántara Téllez Girón y Alonso Pimentel nació en 1786

Su formación fue muy  completa sobre todo como militar, actividad a la que por lo general se dedicaban los segundos varones de la casa de Osuna.

En 1790, con 4 años, Pedro Alcántara vistió por primera vez el uniforme de cadete de Reales guardias españolas

En 1807 fue nombrado teniente coronel del Regimiento de caballería de cazadores de la reina.

En 1808, durante la guerra contra franceses, ya era coronel
Participó en la vanguardia en la batalla de Bailén y ascendido a mariscal de campo y después fue nombrado comandante general de la caballería del ejército

 En 1811 El Príncipe de Anglona se casa en Cádiz, donde también se encontraban su madre y sus hermanas tras huir de Madrid cuando entraron los franceses, con María del Rosario Fernández de Santillán y Valdivia, hija del marqués de la Motilla, conde de Casa Alange y de la condesa de Torralba.

Tuvieron cuatro hijos: uno de ellos también se llamaría como su padre: Pedro de Alcántara Téllez Girón y Fernández de Santillán,y que fue XVIII conde y XV duque de Benavente y XIII duque de Osuna

En 1820, Fernando VII lo nombró coronel del Regimiento de reales guardias de infantería española, cargo que ya había sido ocupado por su padre, el IX duque de Osuna.

El 10 de abril de este mismo año, se emitió una Real Orden por la que se nombraba a Pedro Alcántara Téllez Girón, Príncipe de Anglona, director del museo del Prado

Cuyos salones se estaban habilitando para destinarlos a galería de pintura; fue por tanto el primer director del museo del Prado.

En  1821 Pedro Alcántara fue nombrado Consejero de Estado Constitucional

En  1834, capitán general de Andalucía

En 1835 dimitió de su cargo de capitán general de Andalucía para ir a Madrid a ocupar el asiento en el Estamento de Próceres que le correspondía como grande de España.

El  1839 fue nombrado capitán general de la Habana, hasta que en 1841, partió quedándose en París hasta 1843, donde se le concedió la gran cruz de la legión de honor

En 1843 fue nombrado Senador del Senado hereditario.


- Retrato de D.Pedro Alcántara Téllez Girón y Alonso Pimentel, Príncipe de Anglona, por Federico Madrazo en 1850.-

En 1851 muere Pedro Alcántara Téllez Girón, Príncipe de Anglona



En 1872 el marqués de la Romana compró el palacio.

En 1920 el marqués de la Romana encargó una reforma del jardín a Javier de Winthuysen Losada, que le dio la forma que tiene actualmente
.
Javier de Winthuysen era un pintor sevillano, además de diseñador de jardines, fue vocal del Patronato para la conservación y protección de los jardines de España. Restauró en los años 40 del siglo XX el parterre del jardín “El Capricho” de la Alameda de Osuna.

El palacio perteneció a la casa de los marqueses de la Romana hasta el estallido de la guerra civil española. Durante la guerra, el palacio es utilizado como cárcel y se deteriora su interior, abandonándose al finalizar el conflicto.

Después de la guerra los marqueses de la Romana recuperaron la posesión del palacio, aunque, tras desestimar el volver a habitarlo, lo alquilaron a las autoridades municipales, que instalaron en él la Sección de Estadística, Empadronamiento y Alcantarillado del Ayuntamiento de Madrid.

En 1942, el Ayuntamiento pagaba por el palacio una renta de 13.750 pesetas al trimestre, hasta que se trasladaron a su nueva sede como consecuencia del estado ruinoso del inmueble.

En 1981 se emite un escrito de Gerencia Municipal notificando a la propiedad del palacio que es necesario comenzar las obras necesarias para dejar el edificio en las debidas condiciones de seguridad

En 1983, el palacio fue adquirido  por Anglona S.A, en muy mal estado Esta empresa se comprometió con el ayuntamiento a rehabilitar también el jardín, que desde 1978 había pasado a ser propiedad del Ayuntamiento

En 1984 se abordó la reconstrucción del edificio y recuperación de las pinturas y del jardín, que consistió en la recuperación del diseño de Javier de Winthuysen de 1920.

En 1985, la rehabilitación del palacio fue premiada en el Primer concurso de Arquitectura y Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid.

En 1984 , Lucía Serredi Gianfaldoni, inició el proyecto de restauración. Esta paisajista lo ha definido como un jardín colgante, sostenido por sólidos muros de ladrillo y granito, que se eleva como un belvedere entre la plaza de la Paja y la calle de Segovia.


En 2002 el jardín se abrió al público, y es una de las escasas muestras de jardines nobiliarios del siglo XVIII que se conservan en Madrid


El JARDIN

Se sitúa sobre un terraplén artificial, que salva el fuerte desnivel existente entre la Plaza de la Paja y la calle de Segovia, antiguamente el cauce del arroyo de San Pedro.

Por ello se alzaron las tapias de esa zona reutilizando posiblemente alguna construcción anterior, para después rellenar todo el contenido entre muros mediante un terraplén artificial, para alcanzar el nivel de la puerta de la Plaza de la Paja y el nivel del palacio.



Por estas razones en algún momento se le conoció como jardín colgante


El jardín consta de tres áreas bien diferenciadas

El cuerpo central, el más importante, está dividido en cuatro cuadrantes, entre los cuales se abren varios caminos. 








Estos caminos están realizados con ladrillos aparejados a sardinel.






En la intersección de los mismos, aparece situada una fuente de reducidas dimensiones, labrada en granito.






Hay que tener en cuenta que han desaparecido otros elementos singulares, como la barandilla de cierre y dos estupendos ejemplares del árbol del papel

La fuente de taza baja en mármol blanco sin pulir, que ocupaba el centro, ha sido desplazada y sustituida por otra alta de piedra lustrosa.




Junto a la parte de la tapia que da a la calle de Segovia se extiende un paseo, arropado por una pérgola, que cuenta con una rosaleda.


En una de las esquinas nada mas entrar a la izquierda , se alza un cenador de hierro.



que visto de frente no parece que este tan descuidado



Desde dentro del jardín puede contemplarse el entorno del casco antiguo de Madrid. 






El jardín combina árboles de grandes dimensiones con pequeños parterres, delimitados por setos de boj y con plantaciones de carácter temporal



En estos días en que yo acudí a visitarlo ya empezaban a dar fruto los Granados

El Jardín, supongo estará precioso en primavera...

Lo encontré muy descuidado, lleno de hojas secas por el suelo





Las fuentes con agua sucia y retenida, colillas y hojas secas



Los setos a falta de vegetacion, "pelados", y el cesped mal cuidado



Y la zona del precioso cenador con pintadas en los ladrillos




Los  paneles informativos de dentro del jardin con pegatinas y muy sucios





 Y en la misma puerta de entrada el telefonillo "roto" y el panel informativo hecho una autentica "guarreria"



Una pena y en cierta manera una desilusión

Las pintadas, colillas etc es lógicamente falta de civismo, pero todo lo demas...

Siendo propiedad del Ayuntamiento ya podrían tenerlo más cuidado y encargarse de su correcto mantenimiento,no en vano es una de las escasas muestras de los jardines nobiliarios del siglo XVIII


En cualquier caso me ha encantado llegar a casa y recopilar información sobre la historia del Palacio, sus propietarios, sus reformas , como se diseñó este jardín etc

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